“Voy a recorrer un camino por el que nunca he andado, voy a emprender un viaje
desconocido para mí”.
-Gilgamesh, Rey de Uruk.
Nacido en entrañas de la distópica Ciudad de México a finales de 1992, Gilgamesh fue uno de los actos más destacados del metal underground mexicano a principios de los años noventa. Su estilo se inclina hacia el subgénero Death/Doom Metal, reconocido por sus afinaciones graves, voces guturales y el cambio entre riffs lentos y explosiones de velocidad. Conformada por las hermanas Adriana (bajo/voz) y Alejandra (batería) Mavir y Luisa Bocanegra (guitarra), la banda comenzó su trayectoria en el sendero de la música extrema.
La banda comenzó a llamar la atención por haber sido la primera agrupación de metal conformada enteramente por mujeres. A través de una entrevista realizada por Omar Vega de La Carne Magazine, Alejandra esclarece la turbulenta y mística trayectoria de Gilgamesh.
La puesta en escenario era imponente, pero la recepción inicial del público hacia la banda fue inquietante: “La reacción fue de incredulidad, prolongados silencios cuando tocábamos, ofensas machistas de parte de algunos del público”, menciona Alejandra.
Su perseverancia y pasión por la música pesada las llevó a concretar su primera grabación, llamada simplemente Demo ‘1 ’95. Fue lanzado en formato cassette a través de Vision D Records, contando con cuatro temas que conforman poco más de doce minutos de visceral y monstruoso metal.
Con respecto a este primer lanzamiento, mencionan: “Cuando sacamos el demo, el sello con el que lo co-producimos quería poner que éramos una banda de mujeres, explotar esa parte de ser mujeres, cosa que no aceptamos. Creemos en la equidad de género, y no queríamos ventajas por ser chicas. En algún momento nos dijeron que teníamos una imagen andrógina por no salir enseñando cuerpo. Nosotras simplemente éramos en el escenario como éramos en la vida común y corriente.”
Aunque el demo sufrió de una producción deficiente y un número bajo de copias fueron realizadas, logró distribuirse con notorio interés de los círculos metaleros del país. La facilidad de crear mixtapes en cassettes facilitó la difusión de su música y mantuvo vivo el interés en llevar a Gilgamesh a presentarse en numerosas ciudades fuera de la capital.
Su sonido denso, crudo y agresivo, recuerda al estilo de bandas nacionales como Supplicium, Argentum y el primer material de Cenotaph, así como actos internacionales como Disembowelment de Australia, o las bandas estadounidenses Mythic y Derkéta, con quienes comparten el detalle de alineaciones enteramente femeninas. La banda mantuvo una postura firme con respecto al sexo de sus integrantes:
“Para nosotras no hay un sonido de banda femenina, y si buscamos y creemos en la equidad, pues hay que vivirla y sostenerla. No quisimos que eso nos diera ventaja, y que por puro morbo nos buscaran como banda. Siempre pedimos a organizadores de conciertos, y en el demo, que no se mencionara nada respecto a que éramos mujeres. Unos no nos hicieron caso, otros sí.”
Llegando el nuevo milenio, la banda se vio obligada a cesar actividades por razones personales. Sin embargo, la leyenda permaneció latente con el pasar de los años, manteniendo el interés y la intriga del underground mexicano. Fue entonces una grata sorpresa cuando en el 2014, tras casi quince años de silencio, anunciaron su regreso para ser teloneras de Derkéta. Dicha participación no logró concretarse, pero empujó a las integrantes a retomar Gilgamesh para una nueva etapa de grabaciones y conciertos.
Un compilado de su viejo material fue lanzado por el sello Dark Recollections en el 2017, llamado Gilgamesh Recolecciones. Posteriormente, en el 2019 entrarían al estudio nuevamente para grabar algunos temas viejos junto con algunos inéditos, con los cuales participarían en un lanzamiento Split con la banda de grindcore Jesucristo Mentiroso. Su lado de este Split se titula Ruinas.
Lamentablemente, este sería el último lanzamiento oficial de la banda. El 15 de marzo del 2021, Gilgamesh anunció a través de su página oficial de Facebook que la banda había llegado al fin de su recorrido, cerrando el ciclo de su breve pero aclamado regreso. Gilgamesh vuelve a dormitar en la penumbra, y tal vez ya no vuelva a despertar.
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