Pensando una vez más en el movimiento que generó el jazz desde la década de 1930 hasta 1960, nos damos cuenta de que, más que un género para oírse de fondo o para ponerlo de forma aleatoria, fue un movimiento sumamente importante no solo para las personas negras sino también para el cambio social alrededor del mundo (como el hecho de ir deshaciendo la segregación poco a poco).
Blancos y negros tocaban jazz e innovaban cada vez un poco más o agregaban elementos diferentes, estilos distintos y características que hacían únicas las canciones de cada artista. Tenemos, por ejemplo, a Chet Baker que con su voz tan suave y calmada cantaba líricas dirigidas a la tristeza, nostalgia, desasosiego y que se convirtió en un ícono estándar del jazz alrededor de los años 50. Igualmente, Louis Armstrong o Ella Fitzgerald, Billie Holiday o Charlie Parker.
Fue en la llegada de Miles donde las cosas pudieron tomar un rumbo distinto al que llevaban hasta la fecha, con subgéneros nuevos como el cool jazz, cosa que surgió gracias a la búsqueda de la exploración tan constante que tenía Miles desde toda la vida.
Antes de proseguir con el relato, hablemos un poco del Miles mismo: nacido en Illinois, el 26 de mayo de 1926, Miles Dewey Davis III, hijo de un dentista, creció en plena época de discriminación a la raza negra, pero con la “ventaja” de tener un buen respaldo económico por parte de sus padres. Su madre siempre quiso que tocara el violín, pero fue el mismo padre que decidió comprarle una trompeta y comenzar a instruir a Miles en la música.
Gracias a este hecho, Miles se comenzó a interesar en los estudios musicales desde muy pequeño, demostrando lo prodigioso que era para todo lo que tenía que ver con música, desde el oído absoluto hasta la memoria fotográfica, cosa que a todo mundo asombraba porque nadie creía posible que un ser humano pudiera tener tantas cualidades juntas. Comenzó a estudiar en Julliard (escuela prestigiosa de música en Nueva York) y a recibir teoría musical muy avanzada (más de lo que ya había aprendido para ese entonces), pero cuentan sus amigos cercanos que había muchas veces en las que ni siquiera entraba a clases porque le daba pereza debido a que él ya sabía o dominaba el tema que estaban viendo entonces. Miles llegaba a tocar partituras complejas a primera vista, cuestionaba las instrucciones y lecciones de los profesores y profesoras, incluso en materias como la historia del blues donde no creía que sus orígenes vinieran del esclavismo. Tiempo después se marchó a Nueva York donde comenzó a gastar mucho dinero en clubes y bares en la calle 52 donde tocaban jazz y aprendió mucho de muchos músicos buenos que se encontraban en esa capital musical. Es de esta forma en donde conoce a productores que se interesan en la forma en que toca, ya que desde el inicio tenía un sonido muy característico.
De esta forma comienza a sacar sus primeros álbumes (de los cuales hablaré en otros artículos), entre esos y uno de lo más importantes de la historia entera “Kind Of Blue”, acompañado por otros grandes artistas como John Coltrane, Cannonball Adderley y Bill Evans.
Conforme fue avanzando, aprendiendo y reinventando su sonido, también fue subiendo su éxito y su fama, igualmente entrando en drogas y en distintas relaciones. Para no abarcar un artículo entero en su vida personal, omitiremos por ahora detalles de su vida personal del 60 hasta el 69.
En 1969 conoce a Betty Mabry, ícono del rock psicodélico naciente de la época y activista hippie, también líder de la banda Betty Davis que lo sacó de su época de pausa gracias al consumo excesivo de cocaína y alcohol. Para ese entonces, Miles había llevado una vida muy ostentosa y elegante, con trajes ajustados a su talla y de la mejor calidad que se podía tener en ese entonces; fue Betty quien realizó un cambio en él y lo volvió un tanto “extravagante”. Miles comenzó a usar ropa hippie, cambiando todo su atuendo e incluso parte de su personalidad. Es aquí donde empieza a entender que la música había cambiado y que era hora de renovarse por completo, por lo que empezó a usar más instrumentos eléctricos como el bajo o el órgano y a cambiar el enfoque que le daba a su música. Fue él, el primer artista de jazz en combinar instrumentos eléctricos y la psicodelia con el jazz.
Aquí nace Bitches Brew, un álbum conformado por siete canciones que incorporaron nuevos efectos como el delay, el reverb, un nuevo tipo de mezcla y nuevas progresiones.
Acompañado de una de las portadas más psicodélicas que existen, a modo de pintura de Dalí, Bitches Brew nos entrega un sonido bastante diferente a lo que Davis nos tenía acostumbrados: el jazz estandarizado.
El nuevo álbum vino muy influenciado por bandas de rock que se dedicaban a crear una nueva ola musical caracterizada por la experimentación como Santana, Zeppelin, Floyd, etc.
El listado y el orden de las canciones es el siguiente:
Pharaoh’s Dance
Bitches Brew
Spanish Key
John McLaughlin
Miles Runs the Voodoo Down
Sanctuary
Feio
Esto dio pauta a que Miles quisiera experimentar más y más y más sobre su música (como habíamos visto indicios desde Sketches Of Spain), haciendo álbumes como On The Corner donde implementó instrumentación india.
Para tener una idea un poco más clara de lo que es Bitches Brew, podemos escuchar las siguientes canciones: Bitches Brew, Spanish Key, Sanctuary.
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