White Lies son una banda de indie rock de Ealing, Londres. Desde sus inicios en 2007 tuvieron gran aceptación y se abrieron paso en la escena del rock alternativo. El pasado 18 de febrero de 2022 lanzaron su quinto álbum de estudio titulado “As I Try Not To Fall Apart”.
El álbum abre con Am I Really Going to Die, que en los primeros segundos tiene la energía en alto como suele hacerlo White Lies. La esencia ochentera se sigue percibiendo, en especial por los sintetizadores que usan, siendo uno de los elementos más importantes en sus canciones.
La segunda canción lleva por nombre el mismo que el título del álbum As I Try Not To Fall Apart, empieza con unos sintetizadores que se vuelven parte de un hook al tener una melodía muy pegajosa. Este track sirve un poco como reposo, al no explotar tanto, pero me atrevo a decir que tiene uno de los coros que no podrás sacar de tu cabeza. La letra expresa el sentir de una persona que intenta esforzarse todos los días por sobrevivir en el mundo.
Breathe, se vuelve parte de las canciones más tranquilas del álbum. Por otro lado, la letra siendo reconfortante, sobre olvidar un poco los problemas, olvidar los males: I want you to be here alive and well, just breathe.
I Don’t Want To Go To Mars, en la que se expone como la tecnología esta avanzado a tal grado de querer colonizar otros planetas y cuestiona como es que las mentes se dejan envolver. Además, añaden ciertos sonidos que generan la atmosfera espacial. Mi favorita sin duda.
Step Outside, habla un poco sobre esas guías o luces que a veces necesitas buscar para encontrar un camino el cual seguir y hasta cierto punto suena como una pesadez al intentar tener esos motivos para pertenecer. Hablando de la base rítmica, el bajo es el elemento que más destaca en este track, aún más cuando llega un breve puente en el que saca sus mejores líneas.
Roll December, recalca muy bien como la vida ha cambiado: It’s getting harder to remember, how a good time used to feel. Acompañado de unas distorsiones de guitarra que le dan un giro a la atmosfera de sintetizadores. Este track lleno de sorpresa, con un outro que desborda energía.
Ragworm, el segundo nombre de esta canción es groove. En este álbum White Lies decidió destacar más sus líneas de bajo y sus distorsiones en guitarra. En el minuto 2:36 hay desenlace en el que todos los instrumentos destacan por igual y sacan sus mejores ritmos y melodías.
Blue Drift y lo ochentero no deja de sonar. Parte de este elemento importante es la voz de Harry y su forma de ejecución para siempre tener ese sonido presente. La letra hablándonos un poco sobre las el querer tener un corazón de piedra y romper tus sentimientos. Algo que tienen en común casi todo este conjunto de canciones es la incertidumbre, de buscar algo y quizá no poder encontrarlo, no encontrar paz.
Ya casi llega a su fin con The End, a comparación del resto de las canciones, este track tiene más instrumental que letra, que por partes de siente épica, con un sentimiento a la deriva, integran sintetizadores con efectos de cuerdas que apoyan a esta perspectiva.
There Is No Cure For It cerrando el disco. Esta canción tiene de todo, empieza de forma tranquila por parte de la voz, pero la otra parte de la base rítmica tiene más movimiento, después la energía sube por parte de todos, con un gran momento en el que piensas que la canción ya acabó, pero no, justo ahí explota.
Si algo tiene White Lies es no caer en tanta repetición, agregan puentes y variaciones, detalles en cada track que hacen la diferencia. Con este álbum decidieron hablar de temas que no suelen ser tan tomados en cuenta, como el cambio que están teniendo nuestras vidas con el acelerado desarrollo tecnológico, llevando de la mano en que todo se vuelve momentáneo. Una vez más nos sorprenden con música que esperamos disfrutar en algún momento en vivo.
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