top of page

La versatilidad de la imaginación: Omnium Gatherum de King Gizzard and the Lizard Wizard

La banda australiana King Gizzard And The Lizard Wizard siempre se ha caracterizado por su falta de temor al experimentar, no solo con sonidos sino con géneros y con instrumentos también. Desde su primer álbum Willoughby’s Beach se notaba su gusto por descubrir las propiedades de la suciedad intencional del sonido en sus producciones, con un micrófono saturado y con un delay corto pero exagerado.


La sensación que fue dejando desde sus primeras producciones producía un deseo de preguntarse qué seguía o cuál iba a ser su siguiente invención. Así se fue desarrollando su estilo y su sonido, a tal grado que esa voz saturada con el delay extraño o esos repentinos “wooh” que se repiten en casi todas sus canciones nos dicen exactamente de qué banda se trata sin necesidad de conocer el nombre de la canción.


De esta forma, experimentando con flautas transversales, clarinetes, armónicas, guitarras microtonales, mandolinas, todo tipo de sonidos en sintetizadores, efectos y un gran etcétera, es que tenemos a KGLW como un referente de experimentación total. Un claro ejemplo de su gran versatilidad como músicos son los tres álbumes Oddments, Paper Mâché Dream Balloon y Murder Of The Universe, que nos permiten ver que durante los tres álbumes no solo se trabajan diferentes formas de composición, sino también géneros totalmente distintos, con sonidos diferentes, con canciones que se distinguen bien la una de la otra y que no se acaba la forma de ver un álbum y otro.


Hasta este punto, hemos llegado al año 2017, pero nos saltamos hasta 2020 donde salió K.G. seguido de L.W. en 2021, dos álbumes con mucho contenido microtonal y progresiones que asemejan una menor armónica y que suena como a música egipcia o árabe. No era la primera vez que sacaban música con estos tintes tan poco comunes en música comercial, pero le dieron un enfoque más “pesado” y con mucho mayor protagonismo. Seguido de esta etapa, salió en 2022 el tan esperado álbum Omnium Gatherum, que nos muestra la gran evolución creativa y musical que ha tenido la banda desde sus inicios.


En este álbum podemos encontrar varios géneros combinados (como ya es costumbre en la agrupación), denotando así su evolución en cada uno de ellos y su gran avance a nivel de producción. Casi completamente producido por el líder de la banda Stu Mackenzie, desde su grabación hasta la mezcla, con un sonido limpio en cada uno de los instrumentos pero con la característica suciedad de la voz, es el álbum más largo de la banda hasta la fecha y el número veinte hasta la fecha.


El álbum contiene géneros como el psicodélico clásico de la banda, el heavy metal, incluso el hip hop, algunos tintes de bossa nova y el ya tan arraigado de la banda, rock progresivo. Así también, implementa compases un tanto poco convencionales como lo son el 7/4 en la canción Blame It On The Weather (presente también en la canción Money de Pink Floyd, por poner un ejemplo) y el 3/4 en la canción Red Smoke. También, como era de esperarse igualmente, contiene el uso de instrumentos como los palitos que poco se pensaría que encajaran en el álbum. Es, por supuesto, una característica de la agrupación el hecho de meter cosas en donde, en teoría, no podrían ir y aún así hacerlas sonar bien. Tiene una duración de una hora con veinte minutos y contiene un total de dieciséis canciones. La más larga (y también de toda la discografía de la banda) es The Dripping Tap, con una duración total de dieciocho minutos con diecisiete segundos.


La lista de canciones es la siguiente:

  1. The Dripping Tap

  2. Magenta Mountain

  3. Kepler-22b

  4. Gaia

  5. Ambergris

  6. Sadie Sorceress

  7. Evilest Man

  8. The Garden Goblin

  9. Blame It On The Weather

  10. Persistence

  11. The Grim Reaper

  12. Presumtuous

  13. Predator X

  14. Red Smoke

  15. Candles

  16. The Funeral


A palabras del mismo Stu Mackenzie, el álbum va a cambiar la manera en que escriban sus canciones, enfocándose más en el jamming que en sentarse a pensar qué van a inventar para sus próximas producciones. En cuanto a cómo se recibió el álbum, supuestamente tuvo una calificación de 72 de 100, pero a nivel personal el álbum me encantó, puesto que en ningún momento se siente repetitivo y, por el contrario, hasta pareciera que son varias bandas tocando en un compilado gracias a su variedad de contenido.


Para comenzar a escuchar el álbum y darse una idea de lo que viene dentro de todo el contenido, podemos comenzar por la misma canción que da inicio al disco The Dripping Tap, continuando con Keppler-22b, luego con The Grim Reaper, luego Red Smoke y al final Gaia. De esta forma podemos escuchar la mayoría de géneros que abarca el álbum, además de todos los estilos que maneja desde la psicodelia hasta el hip hop y el heavy metal.




58 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

DAMN de Kendrick Lamar y aprender a evolucionar

“It was always me vs the world, until I found it’s me vs me...” Llegó el momento de ponernos un poco nostálgicos y recordar una de las mejores obras musicales que se han hecho en este siglo, de la man

bottom of page