Ximena Sariñana es conocida en todo el país por su inconfundible apellido, su distinguida voz y manera de cantar y una citable frase casual en una película del dos mil y tantos. El día de hoy podemos pensar en ella y recordar su participación con los Ángeles Azules, pero antes de eso, en 2008 Ximena era una jovencita de 22 años, graduada del conservatorio de música, con su Mediocre bajo el brazo.
Mediocre vio la luz el 19 de febrero de 2008, y presentó ante el mundo la mente tras la voz dulce y característica de Ximena.
Con 12 canciones, este álbum comienza fuerte, ella definitivamente pone el plato fuerte desde el principio. “Mediocre” es la canción del inicio, fuerte, tajante y desesperanzadora. Esta canción fácilmente podría llamarse “Ingenua” y es que retrata de manera perfecta la decepción del momento en el que te das cuenta de que nada en la relación con esa persona fue cierto.
“Poco a poco ganó mi odio, no quisiste algo más y me quedé hasta el final. Y me creí tan esencial, qué ingenua mi vergüenza. Me olvidaste, por mi parte, qué mediocre” canta a voz desagarrada y presenta el desespero de un reconocimiento doloroso. Esta canción tiene una producción elaborada, como en la mayoría de las canciones que conforman este álbum, se puede ver el background de Ximena.
“Vidas paralelas” es la canción más popular de este álbum, pegajosa y definitivamente perteneciente a la década de los dos mil. El característico canto del coro ha sido reconocido como uno de los más sonados. Esta canción es, sin duda, un éxito pop, algo que escuchas de seguro en la radio, y en ella Ximena pregunta “¿Cuántas vidas paralelas quieres que sucedan antes de perder?” Es la seguridad de un destino, la inminencia que conoce y sólo queda esperarla.
“Normal” comienza poderoso, hablando de soledad y la manera en la que podemos huir de ella, pero todo pasará y sucederá junto a una persona, junto a esa persona. “Y qué felicidad llenarte la taza, y qué seguridad tenerte en la casa”, dice y asegura que el tiempo pasa y pone las cosas en su lugar, el proceso fue normal y ahora sólo queda experimentar esa tranquilidad de lo cotidiano.
“La tina” es, probablemente, el punto indie del álbum, algo quizá experimental. Quizá sea la canción con la producción más arriesgada pero de alguna manera se nota elaborada con cuidado. Por otro lado, “Reforma” puede ser una de las baladas más vulnerables de la producción, construye la exposición personal ante alguien que nos importa, presenta sus defectos y la mejor disposición para arreglarse hasta donde sea posible, pero juntos.
“No vuelvo más” es la resolución hecha canción, desde el título se nota la resignación, “Dame un momento, dame un lugar, sé que si me voy, me voy, me voy, no vuelvo más”, pide un momento especial y fugaz, porque se sabe momentánea y poco memorable.
El álbum continúa y si bien ya no encontramos canciones con la potencia de “Mediocre”, encontramos canciones que hablan de autoconocimiento, aceptación y resolución. “Cambio de piel” es la canción número 7 y enfoca un tono personal, por la manera en la que habla de sí misma y los cambios que está sufriendo en ese momento.
“Sintiendo ahora” comprende el momento en el que te das cuenta de que estás viendo la vida de manera distinta, encuentras las cosas cotidianas de manera distinta y sólo existe una razón por la que esto sucede: estás enamorada. Ximena canta al momento en el que, para bien o para mal, te das cuenta de que lo que sientes ahora es raro y es porque estás enamorada.
“Un error” le habla directamente a la otra persona, una pareja que ya no existe, o quizá realmente no existió pero se trató, se tomó el riesgo de intentar y aunque salió mal, se afronta la realidad con estoicismo y se descubre que así pasan las cosas, “Salté y caí más, mal”.
“Gris” tiene la vibra de una banda mexicana de los dosmil -dígase Zoé- y al mismo tiempo un toque clásico, envuelve la desesperación de la monotonía, quizá. O quizá sólo sea el aburrimiento momentáneo que invade todo lo que hay.
“Pocas palabras - Juan” tiene una construcción instrumental muy rica y notoria, desde el inicio es perceptible, por otro lado, “Pocas palabras y puntos” repetitivamente, reitera el término necesario de un intercambio que se nota agotado.
Terminamos con “Monitor”, la fotografía de una relación a distancia, este cover de la canción de Volovan del 2006, es una tranquila versión, donde la voz de Ximena le brinda una emotividad diferente a la ya conocida versión.
Cuando menciono que “Mediocre” es lo que un gran primer álbum debe ser es porque muestra de manera puntual el potencial de lo que Ximena tenía consigo, ese ímpetu del comienzo, con toda la posibilidad de un deseo de ser. Definitivamente es un gran álbum de autoconocimiento y aceptación.
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