En los 70’s en Chile se popularizó una mezcla entre el bolero y el vals chilote, la música cebolla, el termino empezó siendo un peyorativo para describir a varios interpretes de música romántica, poco a poco esta música fue tomando lugar dentro de la esfera “Pop” en la época de los 80’s, llegando a influenciar a una gran cantidad de músicos chilenos, y por supuesto a Mon Laferte.
En 2018 fue Lanzado Norma, el quinto álbum de estudio de la cantautora chilena, producido por Omar Rodríguez (The Marz Volta), grabado en Capitol récords, a pesar de que ya no es una práctica común el álbum fue grabado con todos los músicos en vivo, en una sola toma, fue grabado en cinta y tomó tan solo una hora terminar la grabación, me parece importante hacer énfasis en esto, ya que en una época donde no solo se puede regrabar una toma si no que se puede arreglar una ejecución no tan buena, optar por hacer este tipo de grabaciones es admirable, ya que requiere un gran dominio de la música que se va a capturar.
El álbum tiene diez canciones, todas compuestas por Mon Laferte, aunque tres de ellas en coautoría con El David Aguilar, con quien también hace un dueto en la canción final del disco.
A pesar de parecer obvio que el nombre del álbum hace alusión al nombre de la cantante (Norma Monserrat Bustamante Laferte) ella misma ha dicho que fue una decisión un poco arbitraria, buscaba simplemente un nombre de mujer que fuera con el concepto del álbum.
El disco busca retratar las varias etapas y facetas de una relación romántica, buscando una estética cinematográfica, apoyada por la increíble voz de Mon Laferte que le da el toque teatral que no puede faltar en su música. Inspirada por la música cebolla, Willie Colón, y Pérez Prado, Norma explora la versatilidad latinoamericana, incluyendo entre las diez canciones del álbum, Bolero, Salsa, Mambo, Cumbia y danzón.
Mon Laferte nos deja con un gran homenaje a la tradición tanto musical como de canciones latinoamericanas.
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