El álbum Busca una mujer del cantante Luis Miguel fue lanzado en 1988, ofreciendo a sus fans un disco que mezcla la energía con la melancolía de una manera bien equilibrada, pues las canciones no se van más a un lado que al otro, sino que se alternan. Es por esto que el disco es ideal para escuchar cuando se tienen ganas de cantar sin importar el estado de ánimo.
Es de esta manera que el disco queda distribuido así:
Fría como el viento: El disco comienza con una canción lenta, melancólica, en la que Luis Miguel juega con tonos altos y bajos de la voz según la parte de la canción en la que se encuentre. El juego de la melodía que por partes es más lenta que en otras con ese juego de la voz, le dan a la canción un toque peculiar que invita a cantar.
Esa niña: Segunda canción del disco, pero primera en mostrar un ritmo que se aleja de la melancolía, una canción con letra romántica y un ritmo ideal para cantar y, ¿por qué no?, también bailar.
Culpable o no (miénteme como siempre): El disco baja el ritmo para dejar que la voz de Luis Miguel cante una de las canciones más emocionales del álbum, pues en esta canción queda plasmado de una manera muy evidente el sentimiento de desamor del que habla la letra. La melodía lenta con tonalidades tristes y la voz grave del cantante, hace que esta canción emocione a quien la escucha y es imposible evitar cantarla una vez que se sabe la letra.
Un hombre busca una mujer: Es la canción que lleva el título del álbum y si bien no tiene la energía de Esa niña, sí que deja atrás la tristeza de la pista anterior. Aquí, Luis Miguel más bien invita a cantar sobre el deseo de amar a alguien y la búsqueda de esa persona especial.
La incondicional: De nuevo con una melodía lenta y una letra triste, esta canción remite de nuevo al sentimentalismo y que al igual que culpable o no, invita a cantar.
Separados: Subiendo de nuevo el ritmo, pero esta vez con una letra que aborda el tema de la distancia, Luis Miguel invita a bailar y cantar al mismo tiempo esta canción. Esta canción no es la única que combina una letra que habla sobre un tema no tan alegre pero que tiene un ritmo pegajoso.
Por favor señora: Otra canción tranquila que aborda el tema de un amor no correspondido, no por parte del cantante, sino que más bien parece estar dedicada a alguien más. La canción es maravillosa en cuanto que dentro de esa melancolía que transmite, por partes parece no ser tan triste.
Pupilas de gato: Con un ritmo más alegre, se trata de una canción que a pesar de su letra de un amor prohibido, contagia de un buen humor y de una energía peculiar.
El primero: Retomando el ritmo lento, triste y melancólico, la letra presenta una historia de un amor pasado. Tanto la letra como la melodía vuelven a sumergir en el sentimentalismo a quien escucha el disco.
Soy un perdedor: A diferencia del inicio del disco con Fría como el viento, el final del álbum queda marcado por una canción que mezcla nuevamente una letra melancólica con un ritmo pegajoso que se puede disfrutar tanto cantando como bailando, ya sea de buen humor o con uno no tan bueno.
¿Qué te pareció? Escúchalo aquí:
Comments