“-Valeria, ¿es bonita mi vida?
-Preciosa”
“Veneno” es una mini serie estrenada en 2020, a cargo de Javier Calvo y Javier Ambrossi, en ella se narra la vida de Cristina Ortiz, alias La Veneno, reconocida por muchos como un ícono de la comunidad LGBTQ+ en España.
A lo largo de ocho capítulos tenemos la oportunidad de presenciar el camino recorrido por Cristina (desde una infancia y adolescencia marcadas por el acoso, hasta su salto a la fama y precipitado deceso) desde la perspectiva de Valeria Vegas, una mujer que encuentra en Cristina una fuente de inspiración y apoyo.
Como toda gran producción cuenta con un soundtrack que caracteriza la historia y se integra a ella de manera tal que puede que olvidemos por un momento que varias piezas existían mucho antes de esta producción.
Sabemos que será toda una experiencia en cuanto abre con “Let me out” de Dover y aunque no se inclina por ese estilo, cuenta con una diversidad bastante interesante de artistas y géneros entre los que destacan The Cranberries, Ray Dixie, Cupido, Los Brincos, SOLEDAD VÉLEZ, Susana Estrada, la propia Cristina, Los Saicos, Cyndi Lauper, Tom Hillock, Los Bravos, Joaquín Sabina, Yuri, Pet Shop Boys, Morat y Viva Suecia.
Cada una de las canciones presentadas tiene la tarea de ayudar a los espectadores a entrar un poquito en la cabeza de Cristina o de Valeria, como sucede con “Always on My Mind” de Pet Shop Boys, que bien puede interpretarse como un mensaje de Valeria a Cristina o de Cristina hacia sí misma. Aunque, sin lugar a dudas los momentos de mayor impacto los escuchamos en voz de Leiva con su “Nunca debiste cruzar el Mississippi” y de Sen Senra con “Tienes reservado el cielo”.
La primera es una canción original, posiblemente una de las más emocionales y profundas, en la que interviene a penas una guitarra y un órgano. Y la segunda, de un tono totalmente distinto, es cantada con voz eléctrica y distorsionada que conforme avanza se va a acompañando de un piano y algunos sintetizadores.
Una vida como la de Cristina no pudo narrarse en silencio, porque su vida y su presencia eran ya un grito, una canción, una declaración que debía ser oída. La selección musical caracteriza épocas específicas no solo de la vida de nuestra protagonista, sino de España. Eso sí, nunca desatendiendo la sincronización con el personaje de Cristina, reflejando la pasión, diversión, dolor y profundo amor con los que enfrentó la vida.
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