Rocío Peña es una cantautora proveniente del sur de Chile. También es profesora de voz del método Fitzmaurice Voicework así como gestora y productora musical. Se ha presentado en diversos escenarios tanto en Chile como en Argentina, Colombia, México, EEUU y España. Su último álbum se llama “Del Trueno” (2020) fue producido por Turra Medina en Los Ángeles, California. Actualmente se encuentra en su gira por México “Viento Sur”, por lo que en Alter Sound Magazine aprovechamos para hacerle una entrevista en su paso por nuestro país.
Alter: Hola, Rocío, ¿qué tal? Muchas gracias por aceptar la entrevista para Alter Sound Magazine. ¡Bienvenida a México!
Rocío: Muchas gracias. Sí, estoy muy feliz. Gracias por el espacio.
AS: ¿Qué tal te ha recibido México en tu gira Viento Sur?
R: Sí, todo bien. Es que son un pueblo tan generoso y tan receptivo con el arte que de verdad es un agrado y un gusto poder estar acá. Me siento muy agradecida y feliz.
AS: Me gustaría empezar la entrevista preguntando un poquito acerca de ti: ¿Quién es Rocío Peña?, especialmente para el público que te está conociendo. Entonces, si nos puedes platicar acerca de ti y también de tus inicios en la música.
R: Claro, bueno, mi nombre es Rocío Peña, que es mi nombre en el certificado de nacimiento, digamos. Soy cantautora, soy de la ciudad de Concepción, en Chile, de la región del Biobío. Estoy hacia el sur de la capital y hago canciones. Principalmente soy trabajadora de la música, me dedico a hacer música, también a dar clases de voz por temporadas.
De igual forma hago talleres, me gusta mucho poder encender más voces. Y también me gusta facilitar, soy cofundadora de un festival internacional de mujeres músicas en Biobío, así que ahí tengo una alita que también me gusta producir y facilitar espacios para otras creadoras.
AS: Eso está increíble, porque de hecho había visto que tuviste una formación como antropóloga, en realidad. Entonces, ¿en qué momento fue cuando tuviste claro aquí no es y aquí sí?
R: Es que nunca fue como así. En realidad fue bien extraño porque yo terminé antropología, mi licenciatura, pero empecé a tocar cuando estaba en tercero de la universidad y empecé tocando en la universidad, como teníamos muchos espacios donde desarrollar arte ahí mismo en la universidad. Y esos fueron mis primeros escenarios y de ahí fui tocando más como dentro de la ciudad, en Concepción, y luego ya vinieron las invitaciones a salir.
Pero la verdad, como que el trabajo me pilló en el camino, no fue algo como que yo decidiera conscientemente, fue que surgieron y no dejaron de surgir oportunidades que fui tocando y luego ya me vi trabajando y viviendo en esto. Pero la teoría además siempre me ha acompañado, porque como es una ciencia que se trata de la humanidad igual es muy útil para componer, para comprender distintas realidades culturales. Siento que me abrió un montón la cabeza también.
AS: Sí, claro. Al final creo que también va de la mano, todo va influyendo para encontrar inspiración. Y bueno, justo ahora que hablabas de las formaciones vocales, ¿cómo fue tu proceso de encontrar tu voz? No sólo en cuestión técnica, sino también tus letras. Porque creo que tienes un sello muy personal desde tu EP de Atardecer (2009) y que se refuerza con tu último lanzamiento Del trueno (2020).
R: Muchas gracias por esas palabras. Creo que es un proceso que es cambiar porque trato de dejarme permear por las realidades que me toca vivir también. Y en ese sentido, como que Atardecer igual retrata una época de mi vida en tanto de la lírica como de la forma de cantar.
Con el tiempo y la práctica uno va cambiando, además, y también va cambiando dónde pongo el foco a la hora de lo que quiero comunicar. Entonces, son procesos como que han ido paralelo en mi crecimiento como ser humana, igual, tanto como biológico, de poder afirmar mi canto de otra manera en mi propio cuerpo, a tener más claridad con lo que, intencionadamente, con lo que me gustaría compartir, pero también muy natural.
Igual, me gusta mucho estudiar por lo que trato siempre de estar formándome, aprendiendo, explorando, como que creo que mantenernos en movimiento es algo muy saludable. Claro, hay otras cosas que se arraigaron, hay cosas que cambiaron, pero hay cosas como que la convicción se hizo más fuerte nomás.
AS: En cuanto a tu escritura, he notado mucho que los chilenos son muy poéticos, ¿sabes? Siento que hay ahí como una semillita muy poética en ustedes. Entonces, no sé si en cuanto a tus letras hay algo que sea una fuente de inspiración para ti.
R: Sí, múltiples. De hecho, hay un EP que es Memoria y Canción en Pichirropulli, que hay un par de canciones que están escritas en décima igual que nuestra herencia latinoamericana muy bonita. Bueno, es una parte del colonialismo, pero es hermoso cómo hemos transformado y utilizado la décima en nuestros pueblos. Y claro, hay una herencia muy bonita desde la poesía chilena, yo pienso en Gabriela Mistral…
Crecimos con poesía, recuerdo que mi mamá me leía también desde que era niña Rubén Darío, bueno, de otros lugares, pero un montón de poesía que estaba disponible también. Y siempre se me inculcó el amor por el lenguaje, de cómo podemos jugar también, no solo por la música, sino como crear realidades o de velar realidades a través del lenguaje. Y siempre me gustó como la poesía en ese sentido. Sí, como medio de transporte de humanidad.
AS: No sé por qué también pensé en Gabriela Mistral, quizá por el tema de la naturaleza, siento que hay muchos elementos como los pájaros, el sol, la tormenta, en tus canciones. Me gustan mucho esas imágenes que vas creando. Entonces, me gustaría que nos explicaras un poquito qué papel juega la naturaleza para tus canciones.
R: Muy importante. Yo crecí al ladito de un cerro, siempre rodeada de verde. En mi ciudad llueve un montón también. Entonces, como los ciclos de la naturaleza están muy presentes. Y creo que cuando me siento más tranquila y cuando estoy más inspirada, es cuando estoy viviendo en entornos naturales y al mismo tiempo, por un lado, yo creo que quienes disfrutamos y valoramos lo importante que es el medio natural para nosotros como seres humanos, también nos preocupa como la defensa de esos territorios, de esas cosmovisiones también, que muchas veces el capitalismo no entiende otros tipos de usos de la tierra, que La Tierra en realidad habla de eso directamente, de cómo podemos utilizar nuestros territorios para lo que consideramos correcto, por un lado, y por el otro lado, los ciclos de la naturaleza que siento que nos enseñan tanto también, como de saber esperar, de saber sembrar, de saber cosechar, como del dar y recibir.
A: Sí, la canción de La Tierra me parece bellísima. Me llevaste a la siguiente pregunta, porque yo noto este carácter social en tus canciones. Entonces, ¿cuál consideras que es el papel de la música para las luchas sociales?
R: Yo crecí escuchando harta canción protesta también, harto canto nuevo de la música chilena que venía con esa herencia de lucha. Y también estando en la universidad, me tocó siempre ser invitada por distintos movimientos sociales, de comunidad, de poblaciones, de estudiantes, de obreros, trabajadores. Entonces, como que naturalmente me tocó participar de esos espacios. Y eso también fue permeando mi creación.
También, por ejemplo, hay otra canción, Bosques de artificio, que en realidad habla directamente contra las plantaciones forestales, que es un tema muy fuerte en nuestra región. Cuando uno llega por ahí a la región del Biobío, ya casi no quedan bosques, hay puras plantaciones forestales. Y todas esas temáticas, de alguna manera, igual me interesan como que queden, porque creo que también la canción, la música es un buen documento histórico, como que podemos conocer más allá de lo hegemónico. Además, en el caso de las mujeres, son tantos hombres los que están a cargo de escribir la Historia.
AS: Ahora que hablabas de las canciones, particularmente me llamó mucho la atención el tema de Elena, ¿hay alguna historia detrás de esta canción?
R: Sí, Elena está inspirada en una documentalista chilena que se llama Elena Varela, ella fue a investigar en comunidades mapuches y su intención era conocer acerca de la música. Pero cuando llegó allá, se dio cuenta la cantidad de conflictos que estaban viviendo en el territorio. Principalmente asediados por los negocios forestales en el sur de Chile y que lamentablemente el aparataje estatal y la industria privada siempre han estado a disposición del capital, por supuesto. Entonces asediaron un montón de comunidades y Elena estuvo detenida, la privaron de su libertad un montón de tiempo. Finalmente, años después, Elena logró sacar su documental Newen Mapuche. Newen que significa fuerza en mapuche. Entonces tratando de retratar un poco eso, en Chile nunca hubo justicia por la dictadura, el dictador se murió en la impunidad. Entonces es un tema muy doloroso para la gente en Chile hablar de la falta de justicia. La sensación que tenemos es que sólo hay justicia para los ricos.
AS: Creo que en ese aspecto como latinoamericanos nos entendemos. Me gusta mucho también el planteamiento que haces de la memoria y que das la misma respuesta con la música. Es bueno escuchar a mujeres hablando de estos temas, porque justo sé que formas parte de una organización que se llama TRAMUS. Con base en tu experiencia, como artista y cantautora que trabaja con otras mujeres, ¿cómo ves el papel de la mujer en la música?, ¿los retos actuales, las cosas que han cambiado?
R: Me parece imprescindible que participemos activamente en todos los eslabones del sistema: en la creación, en la producción, en la comunicación. Siempre me alegra porque nuestra perspectiva es distinta, entonces creo que somos un aporte tremendo. Además, en base a los estudios de Ruidosa, por ejemplo, la participación de mujeres en festivales latinoamericanos ni siquiera alcanza un 10%. Ahora tenemos estudios que abalan lo que estamos constatando desde nuestras experiencias que es que no tenemos espacios para trabajar y esas barreras las hemos ido empujando nosotras mismas colectivamente.
En algún momento empecé a producir también porque no me invitaban a mí, pero tampoco invitaban a mis compañeras que están haciendo una música y un trabajo hermoso con mucha dedicación y yo creo que se merecen los mejores escenarios.
"Hay que trabajar en la brecha de género, la idea es llegar a la equidad. Tengo muchos amigos, muchos amigues, gente no binaria también y creo que sería bonito un mundo donde podamos desarrollarnos en equidad".
Pero para eso debemos enfocarnos primero en disminuir la brecha porque si no, no existe nuestra participación activa.
AS: Claro, porque creo que en el caso de las mujeres, incluso a nosotras nos da miedo decir “voy a escribir”.
R: Es que la brecha…la otra vez platicaba con otra buena amiga que es mi productora y mi tour manager que la presión está internalizada. Como que una se paga menos, se mira menos y es como todo el trabajo de valorarnos nosotras mismas para poner nuestro valor también en la sociedad. Esa opresión está internalizada entonces la primera lucha viene de recuperar nuestro propio territorio interior. Hay mujeres tan talentosas que digo ¡cómo tocan!, ¡cómo cantan! Y da bronca que no haya más espacios pero es super lindo ver cómo trabajamos colectivamente, cómo se fue armando esa red de amor y trabajo.
AS: Para ir cerrando la entrevista, me gustaría saber cuáles son tus planes a futuro una vez que termines tu gira por México.
R: Tengo una fecha en mi ciudad, un festival que también es un esfuerzo colectivo para que la gente conozca la música local que se llama Escucha música de tu ciudad el 09 de diciembre y que justo será el día de mi cumpleaños. De ahí, yo creo que la segunda quincena de diciembre será digerir el año, volver a componer, entrar en ese proceso antes de hacer planes. Estoy trabajando para sacar una nueva producción, volver aquí también. Estoy super reconciliada con mis tres haceres en la música, entre cantar, enseñar y producir. Estamos trabajando también para hacer la tercera edición del Festival Internacional de Mujeres Músicas en 2024, esperando recibir más compañeras allá en Chile. Así que eso, seguir en la música.
A: Muchas Rocío, qué lindo escucharte. Agradezco mucho tu tiempo. Cuando regreses a México aquí te recibiremos.
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