Fotos: Eduardo Longinos
Y de la manera más linda, así te voy a recordar...
Algo increíble de la música es la manera en que actualmente las canciones que alguien hace en la intimidad de su cuarto para desahogarse o expresar aquello que le gustaría decir puede traspasar fronteras y hacer que desconocidos a miles de kilómetros se identifiquen y la canten a todo pulmón.
Hay canciones que nos transportan a escenarios nostálgicos, a otros tiempos mejores, las cuales a veces se sienten como una caricia, un alivio a aquellos momentos difíciles que podemos estar atravesando, esa es la sensación que se sintió al verlxs tocar.
Nuevamente Ameba Studios y El Brillante cumplieron el sueño del público mexicano y nos trajeron a una de las bandas favoritas de la gente: directamente desde Argentina Las Ligas Menores cerraron su tour por México en nuestra ciudad; una fecha por demás especial, emotiva y llena de emociones.
Luego de una serie de presentaciones en CDMX, el pasado domingo 10 de abril el Beat 803 abrió sus puertas para recibir a todos los que, ansiosos, esperan el show, pues sin importar sus actividades del día siguiente desde temprano se dieron cita para armar una larga fila a las afueras.
Su espera se vio recompensada y a las 7 p.m. las puertas se abrieron, el lugar rápidamente se llenó; parecía como si esa pausa de dos años llamada covid-19 no hubiera ocurrido y todos nuevamente estábamos compartiendo música, platicando y disfrutando de eso que tanto nos apasiona cuando de repente las luces se apagaron, el telón se levantó y el show comenzó.
Con un estilo tranquilo que recuerda al dream pop pero con una vibra muy amigable que te invitaba a acercarte y corear, Ara de la luna cautivó al público poblano con su música pues con pocas canciones logró animar a la gente (y hacer que más de uno dijera “si soy” con sus letras).
A las 9 de la noche el ritmo y energía se apoderó del lugar pues Todo Indica que Sí se apoderaron del escenario y con una variada mezcla de ritmos con bases de funk y soul rápidamente pusieron a la gente a bailar.
Temas como NPC o Sake en donde los riffs de guitarra combinados con el Groove del bajo te invitaban a aplaudir, chasquear los dedos o simplemente mover la cabeza, el cuerpo o los pies con sus hipnóticos ritmos; por lo que su sorpresiva y forzada conclusión del show nos dejó con ganas de más, pero listos para el evento principal.
A las 10 de la noche el silencio se apoderó del recinto y la agrupación formada por Anabella Cartolano, Pablo Kemper, Ángeles Cases Bocci, Micaela García Galán y Nina Carrara tomaba el escenario, las Ligas Menores estaban en Puebla.
Desde los primeros acordes la emoción del público no se hizo esperar pues la noche comenzaba con Contando Lunas, tema que rápidamente levantó a todos de sus escenarios y acercó a la gente al escenario.
Con un setlist que complació hasta a los más exigentes la banda hizo un extenso recorrido por su discografía Fuego Artificial (2018) y Las Ligas Menores (2014), con una selección de temas que sólo aumentaban la energía, dándonos breves momentos de descanso con temas más calmados y luego nuevamente llamando a olvidarnos de todo.
A lo largo de hora y media de show los asistentes pudieron cantar temas como Contando Lunas, El baile de Elvis, Mejor así, Europa, Peces en el mar, A tres colores, A 1200 km, Hice todo mal, Renault Fuego, entre varias más.
La sorpresa de la noche se la llevaron ellos cuando en el solo de "La Nieve" el público poblano coreó a todo pulmón el solo de la canción, hecho que los alegró bastante y confesaron que era la primera vez que algo así pasaba.
Justo cuando creíamos que todo había terminado y ante la insistencia del público que no paraba de clamar su nombre, regresaron al escenario para cerrar la noche con Crecer, Noche de tormenta y Una Canción.
Las sonrisas, abrazos, emociones y una que otra lágrima se hicieron presentes a lo largo del show y es que si algo tiene su música es esa sensación de añoranza y melancolía, no de tristeza, sino que te saca una sonrisa, o se siente como un abrazo en medio de una ventisca de otoño o invierno, una palmada de apoyo en la espalda para esos tiempos en los que sabes que las cosas son difíciles pero van a pasar.
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