Aprovechamos el tour por México que está haciendo la cantante poblana Audry Funk para hablar sobre su gira, adentrarnos un poco en sus inicios musicales, ideas y filosofía de vida así como un adelanto de su próximo disco.
¿Qué se siente volver a México con este tour tan especial recorriendo varias partes del país?
Siempre es bien chido volver a México, la verdad. El año pasado tuvimos gira también pero el asunto y la vibra era otra porque era demasiado reciente la post pandemia, -si podemos llamarla así-. Fue lindo, estuvimos muy movidos, nos fue bien pero sí era otra vibra.
Creo que la pandemia a todo el mundo nos dejó bastante tocados y ahora regresar aquí está muy chido porque justamente ya no hay pandemia, aunque hay otra problemática que ha dejado la pandemia, pues también ya hay mucha motivación de la gente como para poder ir a conciertos, los aforos ya no son limitados.
También tener la oportunidad de volver a girar con Rebe después de su maternidad está chido, el año pasado no pudimos hacerlo por su labor de maternar, que nunca acaba pero los primeros años supongo que son los más difíciles. Se siente bien chido siempre volver a la tierrita. La verdad la pandemia también me dio mucho empuje, creció mucho mi proyecto de alguna manera. Aunque no pude salir, salí de otras maneras como virtuales. Y está chido regresar a conectar con gente y con la nueva gente y poder hacer más fechas junto a una de mis mejores amigas.
Justo ahora que hablas de que la pandemia hizo crecer tu proyecto, sé que viene un nuevo disco en camino y que ya anunciaste con un sencillo, ¿cómo fue el proceso para este nuevo disco?, ¿qué temáticas estás abordando ahora?
Como mucha de mi música es muy vivencial, ahora es esta parte de enseñar un poco mi nueva vida que es esta vida de migración, esta vida en Estados Unidos y lo nuevo que me ha atravesado estando allá. El disco se llama Upsilon Scorpii que es la estrella que en la constelación de Escorpio simula al aguijón. Yo soy una escorpiona, mi signo es escorpio, y siempre ha sido algo que me ha marcado mucho y decidí tomarlo por ahí. No sólo como un proceso espiritual –que también lo trae-, también como un proceso de vida.
El primer sencillo fue T.B.M que salió hace unos meses y voy a empezar a sacar otras cosas, colaboraciones que vienen y el próximo año ya podré sacar todo el disco para darle más tiempo, no de cocción, sino de planeación para promocionarlo de la mejor manera. Lo grabé con Alan Chewie que es un productor de Puebla pero todo se grabó en Nueva York y la postproducción se hizo en Puebla que es el vínculo que siempre busco, trabajar con la banda poblana para visualizarla.
Y ahora que vives en Nueva York y tienes contacto con mucha gente de otros lados y artistas locales, ¿cómo consideras que es su discurso en comparación con los artistas que vienen del tercer mundo o la periferia?
Creo que el contexto social sí influye mucho. Nosotros aquí de este lado con lo que podemos hacemos maravillas. Allá hay una infraestructura y un poder adquisitivo diferente. Creo que emplearte del arte ya es en sí mismo un privilegio muy grande. En nuestros territorios no puedes tener un trabajo como artista pagado quincenalmente. Allá hay muchas maneras y posibilidades pero también el contexto social en el que se crea música es diferente. Obviamente allá atraviesan muchas cosas: racismo, clasismo, discriminación, migración. Aquí también y aparte violencia estructural, narcoestado, feminicidio, desaparición, crimen organizado. Esto parecería que no afecta el arte pero claro que lo hace. Lo afecta en la manera en que lo expresas y en la manera en que es pagado para bien o para mal y como está silenciado para hacerlo.
Siento que los y las artistas del tercer mundo no sólo ponemos el arte sino que ponemos el cuerpo cuando se vive aquí. Claramente es una forma diferente de hacer arte. Está cabrón venir de territorios tan conflictivos y el sentido del arte se hace diferente cuando se hace arte de protesta.
Hablando del sentido del arte, he visto que tocas mucho el tema de la descolonización, ¿cómo fue que tú empezaste a cuestionar todas estas ideas?
Ha sido un proceso largo, yo siento que no estoy así descolonizada. Es un proceso muy cañón y que todos los días me pregunto cosas como ¿esto será real o será parte de? Pero yo creo que cuando pude ir a estudiar a Chile ahí empecé a darme cuenta de muchos procesos, sobre todo en mi área de filosofía de Latinoamérica y descolonización que me abrieron mucho la mirada y me hicieron mucho sentido.
La Academia aquí en Puebla era muy eurocéntrica y en el momento en que te daban algún tipo de filosofía de Latinoamérica o de México tampoco es que te la hicieran tan atractiva, más bien como que la desmeritaban muchísimo y decían “ah, pues ajá, es otra área”, muy con desdén. Entonces empecé a enterarme más, claramente, cuando fui a Sudamérica y empecé a entender más de qué era la decolonización y muchas cosas. Pero yo creo que ha sido un proceso desde muy chava hasta ahora que sigue y yo siento que seguirá porque hay muchas cosas que tal vez todavía no me atraviesan y que tenga que cuestionármelas.
Sí, creo que nadie se descoloniza al cien porque son ideas que tenemos muy metidas en la cabeza y que influyen en nuestro arte…También vi que recientemente cumpliste veinte años haciendo música y me imagino que no ha sido un camino nada sencillo. Me gustaría adentrarme en la historia de la Audry de quince años hasta donde estás ahora, por ejemplo: tus inicios y el momento en que dijiste “quiero hacer música”.
¡Ay! La música siempre ha sido parte de mi vida desde que soy niña y claramente siempre era la que cantaba en los festivales del Día de la Madre y esas cosas. Pero cuando empiezo a cantar reggae con la Quinta de San Juan se me abre un mundo de posibilidades donde dije “wow, yo quiero estar aquí”.
Fue una decisión dura porque siempre hay un estigma muy grande cuando tú les dices a tus jefes “oye, yo quiero dedicarme a la música”, no es algo como que tus papás digan “yo quiero que mi hija sea cantante de hip-hop o de rap”. Seguramente querían que fuera Doctora en Filosofía o “Doctora Doctora”. Sonará muy trillado pero la vida es una y si no te dedicas a lo que tú quieres… mientras no afectes a nadie, mientras no tengas responsabilidades más grandes que claro que te tienen que hacer dejar ciertas cosas importantes en tu vida, pues siento que está chido.
Me acuerdo con mucha ternura ir a mis ensayos de la Quinta de San Juan con el uniforme de la escuela y se me hace muy chido recordarme así con mi pinche faldita llegando al ensayo… Ha sido un camino muy largo de aceptación, entendimiento aprendizaje, también ha sido duro y lento porque tengo la particularidad de que nací mujer y pues se me ha puesto más difícil el hecho de ser artista, de que la gente me tome en serio como tal y que me den el espacio. Pero ha sido por eso bien chido porque yo no soy hija de artistas, yo no tengo paros, no sé de medios. Todo ha sido un trabajo autogestivo no sólo mío, sino también de un chingo de gente que cree en mí y que está junto a mí desde que nos iban a ver cinco personas hasta que pudimos lograr tres mil en Puebla. Han sido personas que han estado constantes durante toda mi vida y casi toda mi carrera. Está chido, ha sido un buen proceso y uno bonito que viene desde el hacer arte por el arte hasta tratar de hacer que sea tu forma de vida.
Mencionabas esta onda de que eres mujer, entonces ¿Qué cambios has visto tú en la industria musical donde sigue habiendo mucha dominación masculina? porque me imagino que hace veinte años que empezaste eran muy pocas las mujeres en ese ámbito.
Sí, sí es y sigue siendo. Lo que pasa es que ahora hemos sabido a colectivizar las morras y hemos aprendido que si no se nos da el espacio, lo creamos. Pero de que es difícil es difícil, ha sido súper difícil conseguirnos esos espacios. Justo hablaba hace poco con compas, como que decimos “todas las que estamos hace años sabemos que estamos”, “todas las que hemos hecho trabajo nos conocemos” y me decía una chica más joven “pues es que gracias a ese trabajo nosotras podemos aspirar a lo que ustedes han hecho y tal vez hacer otras cosas y abrir más cosas y ustedes fueron las que nos abrieron mucho el camino”. Y está chido también ser parte de eso, como “la carne de cañón”.
Al final, no es por una, al menos en mi caso. Claramente le echas ganas a tu carrera y quieres vivir de eso, pero es más profundo que eso, es como “ojalá una chica que tenga quince años en este momento y vea que pudimos hacer algo, se anime a hacerlo más temprano o se anime con más seguridad que no tenga que pasar un proceso como el mío de mucho auto sabotaje hasta llegar a decir: bueno, creo que sí soy buena”.
Creo que hay procesos que estaría chido que se saltaran para que no se lo hicieran tan gacho y pudieran crear otros espacios, y entre más se crean espacios y más trabajo se hace, más posibilidades hay.
Sí, como mujeres nos da mucha inseguridad porque nos intimida el hecho de que no nos creemos capaces de. Hay muchas barreras mentales que debemos eliminar…En cuanto a tu público, ¿qué se siente cuando estás en el escenario y ves a chavitas muy jóvenes cantando tus canciones? o ¿qué se siente inspirar a nuevas generaciones?
Pues no sé, está raro. Es que no es algo que yo diga “yo lo pensaba”. Me sigue sorprendiendo. Creo que la capacidad de sorprenderte también está chida… o sea no asumir que soy un referente en un sentido como muy ególatra está chido porque también me gusta sorprenderme de este tipo de acciones, ir a cualquier lugar y que alguna chica me diga esto. Aparte me hace sentir un poco anciana, por ejemplo, una chica en San Cristóbal se me acercó y me dijo “desde los quince años te escucho” y fue como de ¡¿qué?!, e igual me dijo “tú me has acompañado en un chingo de procesos muy cabrones y tu música ha estado ahí”. Entonces, no se hace con la intención de llegar a ser referente pero sí se hace con la intención de sanar y acompañar, porque como siempre digo a mí me hubiera encantado que me dijeran lo que yo digo en mis canciones.
Cuando yo escribo, yo también imagino a la Audry de quince-diez años o así, escuchando algo diferente y pues tal vez mi vida no hubiera sido como con tanto pedo ¿no? o hubiera tenido otra visión de la vida, o no lo sé, tal vez no la hubiera cagado tanto o no hubiera sido tan lento mi proceso.
Cuando otras mujeres se empoderan, pues también está chido. Entonces se siente muy bonito, no es algo planeado, creo que es una responsabilidad también muy cabrona porque sí es una responsabilidad y que tal vez ni siquiera yo me eché. Pero con cautela también, porque también soy humana y también puedo cagarla y hoy puedo pensar algo y mañana puedo no pensar lo mismo, no tan drástico como volverme evangélica o algo así, pero la vida cambia y tus posicionamientos cambian e ir creciendo también te hace replantearte muchas cosas. Entonces está chido que ahora tengamos referentes y que las morritas digan “wey, me gusta Audry, Rebeca, me gusta Vivir Quintana” y que ahora sean mujeres las que podemos escuchar a otras mujeres y también a hombres escuchar a mujeres, que también es eso, que no porque seamos mujeres que producimos música quiere decir que solamente se la producimos a las mujeres. La música nuestra es para todes. Y eso también es parte de lo despiadado que es la industria, pensamos que las mujeres que hacemos música son sólo para mujeres y no es cierto, somos para todos, para el público que quiera consumir.
Sí, como dices, fue por accidente a lo mejor, pero sí te has vuelto un referente para muchas. Es bonito sentirse representada y es algo que muchas te reconocemos. Algo que también me gusta mucho de tus letras es que, como dices, es algo muy vivencial, pero que al final terminas con una voz muy colectiva; hablas de feminismo, de las periferias, autogestión, el proceso de migración, ¿cuándo tú escribes una canción eres consciente de que quieres hablar de estos temas o se va dando?, ¿cómo funciona tu proceso de escritura?
Yo siento que la letra se va dando conforme voy viviendo, o sea tampoco es algo que yo diga “hoy voy a hablar del patriarcado”. Es algo que te atraviesa todo el rato. Una nace mujer y la atraviesan un chingo de cosas. Entonces como que solamente es abstraer lo que te atraviesa y darlo…o sea abstraes lo que te pasa y lo que pasa es que a todas nos sucede casi lo mismo, diferente envase, otro tupper, otro sabor pero al final viene a ser lo mismo.
Entonces yo creo que por eso se vuelve colectivo, porque todas empezamos a darnos cuenta “¡ay wey! A mí también me dicen eso en mi casa”, “oye, yo también me siento poco valorada cuando estoy con batos, siempre me quieren explicar todo”, y así se va construyendo bajo la experiencia la colectividad. Ahí te das cuenta de que sí es un problema que atraviesan todas en mayor o menor nivel pero que está. Entonces como que mi proceso sí es muy vivencial y de momento digo “¡puta!, me encantaría hablar de lo que vivo aquí en mi barrio, aquí en el Bronx y qué es lo que veo, cuál es mi realidad ahora”…y se va procesando hasta el momento en el que tengo que escribir y empiezo a sacar las letras. Lo pienso, entiendo qué quiero decir pero no es algo que sea súper premeditado.
Creo que el proceso de mi escritura sí es como una meditación a través de la realidad pero como que me despertenezco en algún momento y sale, se conecta y sale.
Para cerrar la entrevista, me gustaría que nos compartieras un mensaje para alentar a todos estos artistas, mujeres y hombres, que están creando música en un espacio independiente.
Sí, yo creo que el primer paso es aventarte ¿no? y el segundo es que aunque vivimos en la generación en que la gente se vuelve viral en Youtube, la vida sigue estando afuera…A ver, vivimos en la época de la inmediatez y yo sé qué hay momentos y algoritmos que te pueden dar muchos views y muchos likes pero que nada nada de eso se va a comparar como hacer tablas y hacer el “barrio musical” que yo digo… Ir a buscarte un espacio, ir a tocar una puerta, el escenario nunca va a ser virtual aunque en la pandemia nos dijeron que había conciertos por zoom, pero el escenario nunca es virtual, la vida sigue estando afuera.
Toca puertas, aviéntate a cantar en vivo, si la vas a cagar pues la vas a cagar pero todo el mundo aprendemos de eso. Tus tablas se hacen en la práctica y si no te dan el espacio, creátelo y colectiviza también. Creo que parte del problema capitalista es que somos muy individuales pero entender que puedes hacer colectivos chidos donde tal vez no siempre haya situaciones hermosas pero hacer colectivo y comunidad siempre te va a llevar a otros lugares, no solamente en una red social y todo eso. Entonces búscatelas, hazlo y trata de poner todo, sin miedo.
Muchas gracias Audry por el espacio, por la entrevista para Alter Sound y sobre todo, gracias por tu música.
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