Luego de dos años sin verano desde que la pandemia por covid-19 azotó el mundo, en medio de toda la ansiedad, depresión y tiempo sin conciertos, un proyecto español comenzó a posicionarse en el gusto del público mexicano gracias a grupos de Facebook, lo que comenzó como unas cuantas canciones grabadas en su cuarto se convirtió en algo que trajo a Marcos Crespo a tierras mexicanas.
Comenzando el segundo mes del 2022 llegó una de las fechas más esperadas por los amantes del post punk, con la llegada de Depresión Sonora al clásico Beat 803, el cual desde su anuncio lleno de emoción a todos los que soñaban en algún momento bailar a su ritmo.
Pese a que se realizó en una fecha inusual (¿Un concierto en martes? Claro que se arma), los fans llegaron desde temprano y aún antes de que abrieran las puertas la gente ya se encontraba haciendo fila con ganas de música, fiesta y baile.
Las puertas se abrieron y con sus respectivas medidas sanitarias el público comenzó a ingresar para que al momento en que el reloj dio las 8 de la noche las luces se apagaron, el telón se levantó y con un suave pero interesante sonido llegaba al escenario Guinda Ramé.
Con una interesante mezcla de post-punk y dream pop la banda poblana encantó al público con su sonido que comienza tranquilo y poco a poco va elevando la emoción a eufóricos momentos donde el sentimentalismo de las letras le llega a las fibras de hasta el más duro.
Con temas clásicos como Ella es bella en la lluvia, Amarillo, Besos sabor a licor, el público emocionado coreaba las canciones para sorprenderse cuando nos dieron una probada de su nuevo material para cerrar con Taciturno, tema que da nombre a su último disco.
La noche avanzaba y a las 09:15 una suave voz acompañada de tranquilas melodías captaban la atención de los presentes con la llegada de Coolestandie quien en formato full band puso las emociones a flor de piel.
Con temas como tqm, astros prohibidos o adolescentes asustados, en donde el amor, desamor y los sentimientos son el tópico central, más de uno recordó a esa persona especial, luego de que entre temas nos explicara el proceso que la llevó a crear tal canción, varios se identificaron.
Un show breve pero emotivo que preparó a todos para el estelar de la noche, 09:50 de la noche cuando se encendió la mecha de la emoción y ante el grito de la gente Depresión Sonora ponía a todos a bailar con Gasolina y Mechero, tema más que conocido por el público.
Con un set bastante completo en donde nos presentó todos sus temas, se notó una catársis de emoción entre los asistentes que luego de dos años sin verano por fin bailaron hasta la muerte, brincando, cantando y compartiendo con los demás.
Obviamente los nuevos temas de su último EP “Historias tristes para dormir bien” o la recién estrenada seguiremos siendo (en colaboración con Bratty) se hicieron presentes, siendo cantadas a todo pulmón por el público y demostrando la afinidad del público poblano.
La sorpresa de la noche vino con dos covers: el clásico Disorder de Joy Division, la cual levantó a todos y Fuego Cruzado de la agrupación española VVV la cual fue coreada con mucho ánimo, antes de que la gente le cantara las mañanitas a Marcos por su cumpleaños.
La noche se pasó volando y antes de darnos cuenta el show llegó a su recta final con Apocalipsis Virtual y Hasta que llegue la muerte, sin embargo, el concierto terminaría con todas las bandas subiendo al escenario para cantar nuevamente Gasolina y Mechero.
Enérgico, memorable y efímero, por un rato pareciera que nada hubiera pasado, que todo seguiría siendo normal, no cabe duda que la pandemia cambió muchas cosas en nuestra vida, esperemos que el show continúe y pronto podamos compartir nuevamente esta emoción antes de que llegue la muerte.