Eleanora Holiday Fagan, mejor conocida por su nombre artístico “Billie Holiday” o “Lady Day” y considerada como una de las voces más influyentes tanto musicalmente como social y cultural (junto a Ella Fitzgerald y Sarah Vaughan); fue una cantante de jazz alrededor de los años 30’s y 50’s.
Inspirada por otras voces como la del Bessie Smith o Ma Rainey, Billie comenzó a plasmar en sus canciones e interpretaciones todo el sentimiento que tenía rezagado. Ya es bien sabido que el jazz de la población negra está cargado de sentimiento expresado a través no solo de las notas sino de la voz, del sonido vocal que lo emulan los vientos o las guitarras, es por eso que existe una amplia distinción del género “jazz” derivando otros subgéneros o géneros mismos (considerados así en su tiempo también comenzando el siglo XX) como el dixieland, el ragtime, el blues delta o blues clásico, el góspel o el mismo jazz considerado en un principio solo música de negros.
Fue por la época del nuevo surgimiento y bajo influencias de músicos como Joe “King” Oliver, Mutt Carey o Sidney Bechet que el jazz era ya algo bien establecido en los Estados Unidos, principalmente luego de los acontecimientos de 1917 donde ya era conocida la palabra jazz como tal (antes escrita jass).
Nacida el 7 de abril de 1915 en Filadelfia, Billie comenzó llamando la atención debido a su peculiar voz. Curiosamente no era de las que mejor cantaban o mejor técnica tenían, pero sí era de las que mejor llenaban los sentimientos que la pieza quería expresar, mayoritariamente siendo tristezas y melancolías.
Tuvo una infancia bastante difícil, con padres ausentes (su madre por trabajo en un burdel y su padre por abandono) y creciendo en ambientes hostiles para su edad. A la edad de 10 años, fue mandada a una escuela católica tras admitir haber sido violada. Sus primeros acercamientos a la música fueron con los discos de Ma Rainey y Bessie Smith, diciendo que quería cantar como ellas e inspirándose en su música para seguir el mismo camino.
Poco tiempo después, logra escaparse junto con su madre hacia Brooklyn, donde además de ayudar a su madre con trabajos domésticos, comienza a trabajar como prostituta.
Alrededor de 1930 (con solo 15 años de edad), Billie comenzaba a cantar en algunos clubs, intrigando y despertando interés en la audiencia debido a su corta edad y a su aspecto atractivo hacia los hombres. Finalmente, en 1933, John Hammond (uno de los productores más importantes en la historia de la música conocido por ser cazatalentos en el siglo XX), habló de ella en una columna de prensa, logrando así darle suficiente fama y reconocimiento para que empezara a formar su propio grupo y tener su debut comercial el 27 de noviembre.
La banda de Billie estaba siendo dirigida por Benny Goodman (un personaje importantísimo dentro de la historia del jazz y la música en general junto con Glenn Miller y Count Basie), logrando así la producción de su primer disco formal Your Mother’s Son-In-Law.
Bajo el sello Columbia, colaboró con nombres importantes de la industria musical de ese tiempo (hacia 1935), teniendo así su música grabada y siendo vendida en la mejor calidad que el tiempo les permitía, es decir en el vinilo a 78 rpm.
Para 1939, Billie trabajaba cantando en clubes de Manhattan, siendo ya bastante reconocida y comenzando a llevar una vida un tanto atolondrada, con amantes, tabaco, alcohol y droga. Es en este año donde estrena su mayor éxito Strange Fruit.
Aquí nos detendremos un poco para revisar un poco el contexto que se vivía en los Estados Unidos hacia 1940, y es que, para la época, a pesar de ya haber abolido la esclavitud, seguía existiendo una segregación y discriminación hacia la raza negra.
En todo el país seguía habiendo trabajos que solo se los daban a los negros como servicio, limpieza y demás que sobajaban a la raza, así como aprovechándose de los reglamentos que no les permitían opinar ni alzar la voz. Además de esto, alrededor del país y especialmente en el sur, existían constantes actos de odio en contra de la raza negra, muchos de ellos organizados por el Ku Klux Klan.
Era común ver linchamientos de personas negras por el simple hecho de haber nacido negros y, por supuesto, tenían un modus operandi, siendo este el torturar a la persona (frecuentemente a los ojos de su familia) para terminar asesinándolos y colgándolos en los árboles, mientras ponían una cruz de madera ardiendo. Esto último es uno de los símbolos del KKK, así como su bandera y su manera de vestir.
Es aquí cuando nace Strange Fruit, una canción dedicada a ese acto para evidenciar las injusticias y la existencia tan evidente y admitida de actos racistas. Compuesta por Abel Meeropol y grabada por Billie en 1939, fue la única artista en la época que se atrevía a cantarla, puesto que traía consecuencias con la ley por supuestos alborotos e incitación al odio. La letra habla explícitamente del escenario que se ve dentro de los linchamientos, con frases como “Los árboles del sur dan unos frutos extraños, sangre en sus hojas y sangre en sus raíces, cuerpos negros balanceándose en la brisa del sur, extraño fruto colgando de los álamos”. Es una de las canciones más importantes para el movimiento de los derechos civiles de las personas negras.
Para este entonces, Billie estaba enfrascada en adicciones bastante destructivas como el alcohol, tabaco, marihuana y heroína, por lo que las autoridades buscaban encarcelarla por posesión de drogas para que dejara de cantar también. Al igual que muchas otras personas de raza negra, Billie era víctima del racismo y la constante búsqueda de censura, no tanto por las letras ni por las canciones, sino por el hecho de ver a una persona negra triunfando en el negocio musical.
Hablando meramente de su voz y de sus peculiaridades, Billie no contaba con un amplio rango vocal, puesto que apenas llegaba a una octava, tampoco tenía la mejor técnica de canto, pero dominaba muy bien la rítmica, jugando con el compás y entrando a contratiempos, a síncopa y enfatizando matices de su voz que caracterizaban sus interpretaciones tan sentimentales. Tenía una voz muy dulce y, hasta cierto punto, sensual (cosa que cautivaba mucho en ese tiempo). Su personalidad era única, ya que se consideraba una persona muy natural a la que no le importaba lo que pensaran de ella sino el ser ella misma todo el tiempo, desde su preparación antes de los shows hasta el punto de su interpretación.
Su vida, lastimosamente y derivado de la mala infancia que tuvo, fue bastante turbulenta. Además de su adicción a las drogas, tuvo siempre relaciones destructivas, tanto del lado de sus dos matrimonios como también con todos los amantes que tuvo a lo largo de su carrera. Todos la sobajaban y trataban mal y, lastimosamente, estaba acostumbrada a ello y no se quejaba, por el contrario, había gente que decía que le gustaban ese tipo de relaciones destructivas.
Fue arrestada por posesión de heroína, pasando 8 meses en prisión, por lo que su licencia para trabajar en los clubes de Nueva York fue revocada, logrando así que le haya sido imposible cantar en los clubes durante sus últimos 12 años de vida, pero cantando de forma clandestina o en estados donde no se necesitara una licencia para cantar. Fue internada a finales de mayo de 1959 por cirrosis hepática y problemas del corazón y arrestada nuevamente el 12 de julio por adicción a los narcóticos (ya se consideraba delito) ahí mismo en el hospital bajo arresto domiciliario y así permaneció hasta el 17 de julio de ese mismo año, donde falleció a la edad de 44 años.
Billie falleció con $0.70 dólares en el banco y $750 dólares en efectivo, víctima de estafas sobre sus ganancias hacia sus últimos años y fue enterrada en El Bronx.
Sin duda, es una de las personalidades más fuertes no solo del siglo XX sino de toda la historia de la música. Valiente por no dejarse vencer por la ley tratando de censurarla, luchando siempre por estar de pie mirando al frente y por dejar a la luz lo que estaba mal.
Strange Fruit es considerada la mejor canción del siglo XX por la revista Time en 1999 y su legado ha servido de inspiración para cientos de artistas como Janis Joplin, Nina Simone, Amy Winehouse o Mariah Carey. Ha sido también inspiración de múltiples filmes basados en su vida como Los Estados Unidos Contra Billie Holiday o Lady Sings The Blues (protagonizada por Diana Ross).
Hasta la fecha, Lady Day es escuchada por más de 3 millones de personas al mes, sigue inspirando historias, ensayos y estudios basados en su vida y en su música, sigue siendo la fortaleza a favor de la lucha por los derechos civiles y sigue representando lo mismo que en 1940. Billie, sin dudarlo, no dejó su lucha en el pasado sino también en pleno siglo XXI, donde se siguen viendo actos de odio, discriminación, racismo y distinción hacia las personas negras. No representa solamente una época o un movimiento, sino un pueblo entero de miles de generaciones por venir.
Billie es el extraño fruto del jazz, maltratada incluso por los suyos y exhibida a toda costa por todo un país, pero también es lo que se puede ver deslumbrante a lo lejos, dejando admiración, respeto y cariño a todos los que puedan ver realmente a Lady Day y no a sus mitos.
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