Tuvimos la oportunidad de platicar con Chucho Rivas, cantante y compositor mexicano, acerca de su reciente lanzamiento y segundo material de larga duración Cuatro y Tres, así como su evolución en la música, proceso de composición y experiencias en sus casi 11 años de carrera musical.
Investigando un poco, tu proceso en la música inició hace más de 10 años, empezaste antes de los 14, ¿cierto?
A los 14 en sí fue mi primera vez profesionalmente hablando, porque fue cuando me metí a un programa de televisión llamado la Academia. Ese fue el punto en donde decidí involucrarme profesionalmente, porque cantaba desde los 8 años, pero no es lo mismo cantar en la escuela.
Después del programa, el enfrentamiento fue el irme a vivir a otra ciudad, empezar a buscar las cosas por mi cuenta, como músico independiente, y a pesar de las circunstancias decidí quedarme; justo en este momento yo cuento que empezó mi carrera, pero sí, ya son prácticamente 11 años que se cumplen en septiembre.
Ha sido un camino interesante en el que he sido muy suertudo por haber empezado tan morro, tuve la oportunidad de equivocarme 20 mil veces y conocer a 20 mil maestros en el proceso, gente que me enseñaba cosas importantes para seguir adelante en la carrera y siento que por algo pasan las cosas.
"Se sienten pesados, pero ya viéndolo desde afuera es una bendición haber empezado tan chico, tener tanto margen de error para hoy día estar más sólido en lo que quiero hacer".
Es una ventaja que hayas empezado tan joven, quizá no te las sabes todas, pero ya estás del otro lado para poder redefinirte en la música. Aprovechando tu visita a Puebla, ¿estás emocionado por tocar en Sala Fórum?
Sí, la verdad me pone muy nostálgico venir a Puebla, porque al final de cuentas fue el primer lugar que cuando empecé con mi primer sencillo me recibió bien machín y para mi siendo de Mazatlán ver Puebla en mis estadísticas de Spotify era de “¿qué onda, pues de dónde?, yo no tengo primos aquí ni nada como para que hayan puesto mis canciones por acá”, entonces me llamó mucho la atención y por eso justo fueron las primeras veces que vine a cantar a un festival de radio, en los que gente ya cantaba mis canciones.
"Puebla se portó muy lindo en 2018 conmigo".
Hoy que ya retomamos bien la gira después de todo el tema que fue pandemia, ahora si me emociona poder empezar literal por el principio de mi carrera, con la primera ciudad que nos abrió las puertas, cantar en mi primer concierto ya solo.
Justo ahora que mencionas la palabra “nostalgia” y con el tema de regresar a esta ciudad, escuchando un poco de tu material discográfico, el cual definiría como un "pop variado”, desde algo acústico e influencias en el regional mexicano pero adaptado a ti, ¿cómo definirías que empezó tu estilo?
Yo creo que empezó, bueno principalmente en este disco Cuatro y Tres se siente más lo siguiente: hicimos el experimento para intentar buscar esencia, porque es muy difícil encontrar el hilo negro en los proyectos.
A veces es frustrante como artistas o como creativo el hecho de pensar en intentar hacer algo totalmente nuevo y disruptivo para mí, yo creo que lo principal para intentar encontrar esencia fue buscar mis raíces, mis influencias, al final de cuentas, yo crecí en Sinaloa, el regional mexicano es lo que escuché en cada esquina, allá sales a la playa y en cada una de sus esquinas hay una banda tocando, pero al final de cuentas mi papá era un rockero que le gustaba tocar la bataca y siempre estaba hablando de bandas de rock mexicanas, o de Soda Stereo o de lo que fuera de rock en español a mi papá le encantaba, me inculcó mucho eso.
En cambio, mi mamá me inculcó las baladas, la escuela me llevó a cantar canciones de José José, pero a mí en lo personal, por mi hermana, y como iba creciendo me gustaba mucho la electrónica, en ese entonces el EDM y demás, era chile, mole y pozole que dije “¿qué tal si me arriesgo a trabajar por un tiempo el cómo esto puede entrar en un punto medio, que con suerte si no suena atascado me va a dar esa raíz y esa esencia que siento que es lo que me identifica como persona, como artista?
Cuatro y Tres es el resultado de ese experimento, escuchas y es la estructura de una balada tal cual, pero tiene unas baterías ponchadísimas en la mezcla que no normalmente están en el pop, es una bataca más pensada en el rock, pero también tiene unas programaciones y unos synths; jugamos con stems con temas electrónicos, pero al final de cuentas el regional está presente con todo.
Siento que ya haber buscado todo lo que lo que escuché desde niño, poder escucharlo en el escenario y en mis canciones, el reto para mí era que poder escuchar mis canciones y que me gustaran, que yo pudiera un día ponerlas en Spotify y decir “tengo ganas de escuchar esta rola mía”, cosa que antes no pasaba.
Hablando sobre tu último álbum, ¿cuál es la diferencia entre “Amarte y Perderte” y “Cuatro y Tres”?
Yo creo que los separaría en madurez tanto emocional como artística, en el sentido de que yo en mi primer disco no tenía idea de cómo se hacía un álbum, ni de cómo funcionaba todo, no sabía que era una mezcla, un master; me dejaba guiar mucho.
El primer disco me enseñó a confiar mucho en las personas que me iban enseñando y guiando, eso me hizo querer aprender a comunicarlo y poder hacerlo yo. Asimismo tuve la suerte de encontrarme con Pepe Navarro y Pachi Gutiérrez, mis productores y amigos, quienes me incitaron aprender un poco más e involucrarme en la producción detrás de las rolas.
Siento que la diferencia es esa, en el primero soy yo aprendiendo, poniendo atención y dejándome guiar y en el segundo es yo metiendo mi cuchara para darle más esencia a todo. Los dos sin duda alguna son mi etapa de vida en ese momento, de mis 18 a 22 esta Amarte y Perderte y de los 22 a los 25 están en Cuatro y Tres.
"Los veo como ese diario que nota mi inocencia, es lindo voltear a verlo, como uno va creciendo".
Acabas de mencionar la evolución en tus álbumes, abordas los temas de amor, desamor, cortejo, de diferentes formas, ¿dirías que este álbum, lo has vivido/pasado?
100 %, hay unas que tienen chocolate de más y otras chocolate de menos, pero en su mayoría la raíz fue algo que viví, justo Cuatro y Tres del track 1 al 14 todo te cuenta una historia, literal todo te cuenta de cómo conocí a alguien que sabía que me iba a hacer daño pero que quería vivir esa experiencia y de ahí empieza todo a cegarme y a vivir el amor profundo, vivir la separación, la duda, introspección, al final con una solución en “No se brillar”, a mí no me importa estar haciendo otras cosas, yo nada más quiero hacer música y que me dejen en paz.
La única que te puedo decir que a lo mejor no viví tal cual fue “Cobre” es una canción súper agresiva, habla de una persona con la que estás encabronado con lo que te hizo y en lo personal cuando compuse esa canción no estaba pasando por esa etapa, pero me sentía así enojado con otras situaciones de la vida y se me hizo más fácil hablarlo como si se lo estuviera diciendo a otra persona que a lo que me estaba pasando.
Sobre tus colaboraciones, ¿cómo llevas el aprendizaje que es trabajar con otras personas, que quizá hacen un género diferente al tuyo?
¡Es muy divertido, me encanta salir de la zona de confort! Justo Pepe y Patch me invitan a trabajar para otros artistas y es bien divertido, de repente llega alguien a querer hacer una cumbia y es algo en lo que no siento que sea mi fuerte, pero salirme del cascaron e intentar meterle mi estilo, me encantan los retos.
Cuando no me dedico a mi proyecto me gusta trabajar en algo diferente a lo mío, y así cuando me meta a componer de nuevo para mí ahí realmente ya tenga más juguetitos de lo que he aprendido.
Hablando sobre que no solo te dedicas a tu proyecto musical y haces otras cosas externas, ¿cómo llevas este balance, la dualidad entre tu vida personal y tu vida de rockstar?
Pues la verdad siento que una bendición mía es que todo mi equipo son cero rockstar, todos somos muy tranquilos, muy sencillos, neta todos preferimos estar en una casa viendo una película y dormirnos a las 9 de la noche, somos muy aburridos en ese sentido, no se siente en ningún momento la diferencia porque está una familia donde mismo, entonces es raro que la familia se desoriente y quiera agarrarlo para otra vuelta, más chico me gustó experimentar, en salir más, tener otro balance de permitirme vivir más experiencias, pero en este punto de mi vida la neta siento que no trato que haya una dualidad tan marcada más que en el escenario cuando me subo a disfrutarlo y ser más intenso pero la realidad es que en el día a día cuando nos vamos a trabajar en el estudio o cuando estamos en otra cosa somos los mismos, el mismo cotorreo, la misma vibra que cuando estoy en mi depa con mis amigos.
Tu línea general es el amor, desamor, el duelo y lo que generas después de un breakup, ¿has tenido algún un quiebre musical, te has sentido cansado o con ganas de hacer otras cosas?
Sí, yo creo que más llevado hacia la frustración, me ha tocado frustrarme a veces de decir “madres, ya lleva 7 años el proyecto u 8 años y siento que todavía no ha terminado de pasar algo o faltan cosas” y evidentemente uno se llega a frustrar porque necesitas de otras cosas para sustentar el proyecto, no solo es de amor y pasión, para grabar una canción pues cuesta.
"Hay momentos donde uno se presiona, pero nunca me he podido separar de la música, ni lo he pensado".
No empecé ahí por fama o dinero, desde morrillo siempre cuando no sabía procesar mis emociones yo sentía que haciendo música o cantando me sentía mejor, chilo, en los momentos de quiebre lo que termino haciendo pa' alivianarme es irme a encerrar al estudio, lo que me tiene preocupado y estresado es lo mismo que me tiene feliz y con vida.
En el tema de Cuatro y tres, ¿seguiste algún proceso creativo desde la pre producción, la producción, la post producción, cuál fue tu proceso para terminarlo?
Retomar quién era yo en esencia y raíz, entonces el proceso creativo fue irnos a Mazatlán y tenía buen rato que no iba para allá, entonces nos juntamos Pepe, Patch y yo, en el depa de Pepe, un amigo e invitamos a un gran amigo Alex Coppel, que fue la primera persona con la que compuse una canción, también a Iván Gámez, un gran compositor que conocí desde la primaria, empecé a invitar gente clave que desde niño me hizo meterme en la música para recordar que era lo que me movía más allá de que quería hacer para funcionar. Un proceso creativo de estar conectando con ese niño interior para darle otra vez esa ilusión al proyecto, hacer algo distinto y tomar riesgos.
Veníamos platicando acerca de todo el proceso de composición y el tema de los shows, que a veces llega a ser frustrante cuando algo no sale bien, pero al final lo cuentas ya con la parte positiva, lo grato que te deja, ¿Qué se siente estar de tour, qué cosas te gustan o disgustan?
Yo creo que la cosa que más me encanta a mí de la música es tocar en vivo, yo crecí tocando en bares y restaurantes, al fin de cuentas a mí me gusta el hecho de estar con gente que este conectando con lo que estemos cantando y con la energía y la adrenalina que te da estar con gente que esté igual de emocionada que tú. Lo disfruto mucho y tengo la suerte que todo el equipo que está ahí son la misma gente que veo en las fiestas porque son mis mejores amigos, haciendo lo que más nos gusta.
Ahora que mencionas que usualmente tus amigos frecuentan tus shows, ¿has tenido alguna experiencia chistosa/random en alguno?
Hemos tenido varias, luego se presentan cosas que hemos tenido que resolver en el momento y al final nos terminamos riendo después de pasar el estrés, pero normal, somos muy tranquilos.
Mencionabas que no solo te gusta la música que haces, sino que hay otras cosas en las que te gustaría experimentar, estaba checando un poco que te gusta hacer beats, ¿tendremos algún día a DJ Chucho?
Pues fíjate que sí es una cosquilla que tengo porque me gusta mucho la electrónica y me gusta producirla y las maquetas que hago jugando son beats de electrónica, si me gustaría hacer un set en algún momento, pero le quiero dar tiempo, no quiero sacarlo cuando no sea momento, quiero estar enfocado en lo mío, eso lo dejo más como un hobby y que en algún momento lo voy a sacar y ni lo voy anunciar. Si tengo un proyecto que no sea el de Chucho Rivas, será algo underground de más electrónica sin voz.
A veces los artistas escuchan música diferente a lo que hacen, si pudieras recomendar un álbum o canción, ¿qué material sería?
A mí los que más me han cambiado la vida e inspirado son los discos de 1975, pero principalmente A Brief Inquiry Into Online Relationships, tiene muchas rolas que siento que cuando yo las escuché me cambiaron la perspectiva porque la producción era muy juguetona, ellos me inspiraron a jugar con más sonidos.
Ya casi para finalizar, ¿con cuál de todas tus canciones te quedarías?
Sí, con “Qué más da”, es una canción que me empodera mucho, habla de que te está doliendo bien cabrón perder a alguien y te está doliendo la situación, pero es de “wey me está doliendo mucho perderte, pero qué más da, tengo que salir adelante”, es un mantra en el que no sabemos cómo le vamos hacer, pero vamos a sacarlo adelante.
Con el boom de tu álbum nuevo, siendo reciente, ¿tienes planes para sacar más música?
Sí, claro, tenemos la preselección de unos temas para trabajar este año, no sé si vaya a salir tal cual el disco completamente terminado antes de sacarlo, queremos darle su tiempo a ver cómo fluye, ya tenemos algo de lo que puede ser un tercer disco. Lo que más hago es componer, no dejamos de escribir.
¿Hay algo que te gustaría agregar para el público poblano que pronto te podrá ver?
Sí, invitarlos el 28 de mayo a Sala Fórum, que tenemos un concierto muy bien trabajo con corazón y alma para que todas la personas que vayan se entretengan y se la pasen chingón, ojala que las personas que no nos conozcan y que nos están escuchando por primera vez le haya nacido la cosquilla de querer saber más del proyecto, los invitamos a que en plataformas me busquen como Chucho Rivas y si no les late pueden darme una crítica constructiva en mis redes y si les late que compren su boleto para vernos ahí en vivo.
Muchas gracias Chucho por el espacio.
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