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Foto del escritorRocío Cuenca

El barrio es de las morras: Audry Funk, Rebeca Lane y Panchita Peligro en concierto

Fotos: Monse Conde



Son las 7:00 p.m., la gente comienza a llegar a la Mezcalería el Cascabel, ansiosos todes por escuchar a la mexicana Audry Funk y a la guatemalteca Rebeca Lane. El lugar está lleno de una vibra cool y relajada.


A las 7:50 p.m., dan el primer llamado para empezar a prender el ambiente. El público ansioso comienza a reunirse delante del escenario para escuchar a la artista poblana Itzel Lara, quien abre el show cantando dos canciones de su autoría. Después de envolvernos con su dulce voz y su gran energía, entra en escena la DJ Panchita Peligro.


Comenzando con un reggae suave pero potente, Panchita se apodera del escenario, sus mezclas nos hacen bailar a todes, el ánimo empieza a encenderse, las manos se levantan al ritmo de la música.


La DJ se aprovechó de esta situación para dar paso y compartir el escenario con Sombra HH. Pero ella no subió sola, la acompañó Darnick. Estas dos mujeres poblanas despertaron la euforia en el público y pusieron en alto la escena urbana gracias a su rap. Sus rimas resuenan con fuerza entre los asistentes, su energía invade el lugar y todos nos quedamos con ganas de seguirlas escuchando cuando finaliza su participación.


Después de deleitarnos con el talento de todas estas mujeres músicas, llegó el momento que muchos esperábamos: a las 9:15 p.m. aparecieron Audry Funk y Rebeca Lane. Y aunque pareciera que no era posible subir más los ánimos, ambas subieron al escenario, tomaron el micrófono en medio de gritos y aplausos desmedidos, conmovidas por tan grato recibimiento en medio de una emoción es latente que no desapareció hasta terminar el show.


Audry abre con la canción Rompiendo Esquemas, la cual hace que el público cantemos al unísono con ella. Al terminar, Rebeca da inicio a su parte con Reina del Caos. De esta manera es que se desarrollará todo el concierto, turnándose una y una para cantar. Todo a la vez que se apoyan en los coros para realmente dar un show en conjunto.


Pero, lo interesante en su dinámica de interactuar no para aquí, las dos cantantes nos entregaron un momento realmente íntimo entre canción y canción. Nos hacen partícipes de su historia, nos hablan de las fronteras, del dolor y el miedo que nos ocasiona la violencia que sufrimos, del desamor, de las inseguridades, del amor que encuentran en la sororidad.



Rebeca declara antes de cantar Nos queremos vivas: “esta canción está dedicada a todas las que estuvieron antes que nosotras y que nos abrieron el camino y a todas las semillitas que vienen detrás”.


Audry nos comparte un poco de su más reciente experiencia en Ciudad Juárez, ya que le impactó mucho la situación de migración que se vive allá y de violencia feminicida. Muy conmovida, declara lo significativo que es “hermanar territorios” y brindar ayuda a los migrantes. Entre lágrimas, nos dice lo importante que es para ella que sus amigas lleguen con vida a su casa en un país donde “nos matan por ser mujeres” y cierra con un “merecemos larga vida por eso Pinta la pared…”



Todo el concierto se desarrolló de manera especial y emotiva. Audry y Rebeca nos hicieron viajar por distintas emociones. Fueron lágrimas de emoción, de tristeza, de coraje. Un sentimiento colectivo inigualable. Ambas artistas nos compartieron canciones clásicas como No me representas o Mujer Lunar, pero también de su más reciente trabajo. Rebeca interpretó canciones de su último disco Florecer (El amor de mi vida, No Es No, además de la ya mencionada Nos queremos vivas) y Audry nos dio un adelanto de su nuevo disco con la canción T.B.M, Acuerdos y Perrísima.



Cerramos el concierto con pura buena vibra, con mensajes de aceptación y de amor hacia nosotras y nosotros mismos. Rebeca finalizó con el tema Siempre Viva y Audry nos leyó un poema de su autoría, donde relataba su experiencia al ser gorda pero bendiciendo su cuerpo. Todo esto para terminar la noche perreando con la canción Te pertenece.


Sin duda, fue una noche única que demostró el poder de las mujeres en el escenario, recalcando la sororidad en cada momento pues no fue una tarea indivudal. Este concierto no hubiera sido posible sin las poderosas mezclas de Panchita Peligro, la potencia de los versos de Sombra HH y de Darnick, y la fuerza que transmiten en sus letras Audry Funk y Rebeca Lane. Una noche para demostrar que las mujeres tiran barrio, tiran talento y que buscan concientizar a público a través de su arte.


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