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Hans Zimmer (parte 4): Música y animación

Gran parte de la carrera del compositor Hans Zimmer se ha desarrollado en las películas protagonizadas por actores de carne y hueso. Sin embargo, Zimmer no se quedó encerrado en este tipo de cine, sino que también ha compuesto bandas sonoras para películas animadas, especialmente de estudios como Disney y DreamWorks, así como para algunos videojuegos. Estas composiciones, ya sea en solitario o en colaboración con otros artistas, le permitieron ser reconocido con varias nominaciones y premios.


Uno de estos premios se lo ganó por la banda sonora de la película de Disney, El rey León de 1994. Esta banda sonora no sólo está conformada por las canciones que marcaron a una generación, como Hakuna Matata, o por supuesto El ciclo sin fin, sino que también tiene cortas piezas instrumentales que nos remiten al lado más emotivo de la historia.


Con una instrumentación que incluye un poco del estilo africano, estas composiciones le valieron ganar en los premios Óscar, los Globos de Oro, los Premio Grammy y una nominación en los premios BAFTA y Tony.



Años más tarde, cuando Disney decidió lanzar una versión más realista de El rey León en 2019, Hans Zimmer estuvo a cargo nuevamente de la instrumentalización, sólo que esta vez sus piezas tuvieron una mayor presencia en la película, regalando así varios momentos de emoción, suspenso y emotividad.



Ahora pasamos de Disney a DreamWorks.


Zimmer compuso la banda sonora de la película El príncipe de Egipto, una cinta de 1996 que rescata varios pasajes bíblicos y que se convirtió en un clásico de esta casa productora. La composición musical de Zimmer está conformada por grandes contrastes ya que en las piezas suele haber momentos de gran tensión marcados por cierto estruendo en los instrumentos de viento, y a los pocos segundos se puede apreciar toques de dulzura con tonos más suave de flautas, el arpa, y algunos coros tenues.


Cabe mencionar que la selección de instrumentos para esta película, así como el uso constante de coros, fortalecen el ambiente épico de la historia y por supuesto nos conecta con la cultura egipcia en algunos de sus pasajes.


Zimmer estuvo nominado al Óscar, a los Globos de Oro y a los Premios Grammy por esta banda sonora.



Quizá para muchos, esta banda sonora haya llegado a manos de las versiones en español de las canciones, mismas que siguen mostrando estos contrastes entre la fuerza y la suavidad entre instrumentos y que seguro encantaron a más de uno.



Otro de los trabajos de Zimmer con DreamWorks fue para la película Spirit: El corcel indomable, donde la parte musical se compone de dos partes: primero las canciones interpretadas por Bryan Adams en su versión en inglés, y por las composiciones de Hans Zimmer que enfatizan la emoción y la aventura, dos elementos muy presentes en esta película donde el vínculo entre un caballo y un nativo americano crece a medida que entienden que sus vidas se ven amenazadas por un enemigo en común.


Las composiciones de Zimmer varían en su duración, por lo que hay algunas bastantes largas que muestran una gran diversidad de emociones, y otras más cortas que se centran sólo en una o dos.


Anteriormente, ya habíamos mencionado las bandas sonoras que Zimmer realizó junto a otros compositores. Pues bien, en el mundo de la animación, esta unión de talentos sigue existiendo.


Para la película Kung Fu Panda trabajó con John Powell, dando como resultado una banda sonora que logra el equilibrio entre las melodías alegres que remiten a la comicidad de la historia y del personaje principal, y otras tantas que más bien están relacionadas al peligro y al suspenso.



Powell y Zimmer volvieron a trabajar en conjunto para Kung Fu Panda 2. En esta banda sonora, a pesar de que se conservaron los elementos de la música oriental, su estilo está más enfocado a un ambiente místico que a la alegría y acción que caracterizaron la instrumentación de la película anterior. Es por esto que en esta banda sonora es común encontrar pasajes relacionados a la tranquilidad, la reflexión y la emotividad.



A pesar del compañerismo entre Zimmer y Powell durante dos de las películas que conforman la trilogía de Kung Fu Panda, Powell no estuvo presente para la banda sonora de Kung Fu Panda 3. En su lugar, Zimmer colaboró con Lang Lang, un pianista de gran trayectoria musical. Este trabajo en equipo sólo se puede apreciar en algunas melodías que tienen al piano como su gran protagonista, mientras que el resto siguen la línea de lo oriental, esta vez en un tono más enérgico y con pasajes relacionados al heroísmo y a la calma.



Para finalizar con su trabajo en DreamWorks, Zimmer participó en la musicalización de la película Jefe en pañales en la cual unió fuerzas con Steve Mazzaro. Esta es una banda sonora donde los contrastes se dan de manera constante y radical, pues mientras que algunas composiciones pueden resultar un poco siniestras por el tipo de instrumentalización que utilizan, hay otras que se apegan más a un estilo de jazz generando un ambiente más amigable, alegre e incluso un poco tropical.



Fuera de las compañías de gran nombre, Hans Zimmer volvió a trabajar con Mazzaro en la banda sonora de Bob Esponja: Al rescate, donde se recupera un poco de la música que caracteriza a esta caricatura que se ha vuelto un clásico de la televisión. Esta banda sonora incorpora piezas musicales apegadas al estilo musical de esta caricatura, mientras que otras parecen ser muy ajenas a dicho programa, pues se trata de piezas un tanto sombrías por lo que se alejan de la música alegre y caricaturesca del show.



La última banda sonora dentro del mundo cinematográfico de la que hablaremos es The little prince¸ un proyecto en el que Zimmer colaboró con Richard Harvey para crear una banda sonora que resaltara la inocencia de la infancia, la aventura y el amor. Se trata entonces de una banda sonora muy dulce y tierna que se diferencia fácilmente de otras composiciones que hasta ahora se habían mencionado.



Ahora bien, Zimmer no sólo ha compuesto bandas sonoras de películas, sino también para videojuegos donde destacan dos de sus trabajos. El primero de ellos es Call of duty: Modern Warfare 2, un proyecto que realizó en solitario y que se distingue por la mezcla de elementos digitales con otros más propios de una orquesta.


Esta combinación crea un ambiente de constante peligro sin llegar a tener pasajes oscuros. De esta manera, también se pueden encontrar momentos de gran velocidad que hacen que a uno se le acelere el pulso, mientras que hay otros que ofrecen cierto descanso.



El segundo proyecto de Zimmer en el mundo de los videojuegos es Crysis 2: Be fast, sin embargo, a diferencia de la anterior, Zimmer no estuvo a cargo de toda la banda sonora, pues aquí también se pueden encontrar piezas creadas por Borislav Slavov y Tilman Sillescu.


Si bien hay cierta heterogeneidad por la combinación del trabajo en solitario de tres compositores, la realidad es que la banda sonora termina por fusionarse de una manera adecuada, pues al final todas las melodías resaltan, de una manera u otra, la sensación de peligro y suspenso.


Es así como termina esta recopilación de bandas sonoras creadas por Hans Zimmer tanto para el mundo del cine, como para el de los videojuegos. Sin duda, se trata de una larga y fructífera carrera en la que no sólo nosotros como espectadores escuchamos las melodías de este gran compositor, sino que también Zimmer ha logrado llegar a un lugar especial dentro de la Academia cinematográfica.

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