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Foto del escritorLupita Guillén

La música original detrás de Pitch Perfect (parte 4)

Luego de que la primera ronda del riff-off de Pitch Perfect 2 concluyera con la expulsión de The Treblemakers, la interpretación de nuevas canciones no se hizo esperar, siendo la primera de ellas Live like you were diying de Tim McGraw. Esta canción es sumamente nostálgica, no sólo por la melodía suave que tiene, sino también por su letra, ya que esta aborda el tema de disfrutar la vida como si cada día fuera el último, aunque esto no es desde una perspectiva alocada, más bien se trata de ser mejores personas, atrevernos a hacer cosas que normalmente no haríamos y a dejar una huella positiva en quienes nos rodean.


La canción anterior es seguida de Before he cheats de Carrie Underwood, la cual habla del sentimiento de desamor cuando hay un engaño amoroso, así como las pequeñas venganzas que se pueden dar en situaciones como estas. La melodía es una combinación bastante pegajosa del country con el pop, que también tiene algunos toques oscuros, los cuales van muy acorde con la letra.


A manera de contraste, aparece A thousand miles de Vanessa Carlton, una canción que sonó en la radio por el año 2002, y era imposible escapar de ella. La razón por la que hace contraste con Before he cheats, es, primero, por su melodía más dulce y alegre, marcada principalmente por el piano; y, en segundo lugar, por su letra romántica acerca de querer estar cerca de alguien en un momento particular, así como aquellas pequeñas cosas que nos hacen pensar en la persona que acelera los latidos del corazón.



Para balancear las dos canciones anteriores, tenemos We are never ever getting back together de Taylor Swift, la cual tiene una melodía un tanto alegre mezclando el pop con uno que otro toque de música country. Sin embargo, la letra va por un lado diferente, ya que habla de esa determinación de no regresar con una ex pareja a pesar de todo lo que otras personas opinen, o bien, de los planes y las ideas que en algún momento pudieron haber existido acerca de la relación.


Para cerrar esta segunda ronda del riff-off aparece una canción de 1984, What’s love got to do with it de Tina Turner. Esta canción se diferencia de las que habíamos estado escuchando, no sólo por la época a la que pertenece, sino también por su estilo, pues aquí hay una mezcla muy interesante de instrumentos, lo cuales construyen una melodía que, por partes es sensual, mientras que en otras es un tanto alegre. Esta gran canción es inolvidable y es imposible no cantarla cuando te sabes la letra.



La tercera ronda de esta competencia comienza al ritmo de This is how we do it de Montell Jordan, una canción que mezcla el R&B con el hip-hop, consiguiendo así una melodía bastante pegajosa. Si te gustó la corta versión a capela realizada por Das Sound Machine, la versión original te va a encantar.



Siguiente canción en la lista: Doo wop (that thing), de Ms. Lauryn Hill. Su corta aparición en la película no le hizo justicia a la versión original, la cual es realmente buena. Al igual que la anterior, la melodía de esta canción es una mezcla del R&B con el hip-hop, sólo que aquí se agregan unos toques de saxofón, el cual le da un estilo muy diferente al de This is how we do it.


A pesar de su ritmo muy alegre, su letra termina por ser una advertencia, sobre todo a las mujeres, acerca de no caer ante los encantos de cualquier hombre, ya que hay quienes no muestran el más mínimo interés en el aspecto emocional y sólo buscan “una” cosa.


Siguiendo con este ritmo, tenemos Poison de Bell Biv Devoe. Lo que más destaca de esta canción es el juego de voces que hay, pues mientras que los tonos más graves corresponden a los estribillos, los tonos agudos están reservados para el coro, el cual es bastante pegajoso, al igual que el resto de la canción. Quizá, a diferencia de las dos canciones anteriores, el hip-hop se hace aún más presente en esta canción, lo cual la hace más movida.


Para algo más tranquilo, está Scenario de A Tribe Call Quest, donde el ritmo es bastante lento, marcado sobre todo por los platillos y un teclado, pero el rapeo de los integrantes de este grupo compensa esa lentitud y calma con mucha velocidad y energía.



Finalmente, Insane in the brain de Cypress Hill, aparece para cerrar esta competencia que sacó chispas entre Das Sound Machine y The Barden Bellas. Esta canción utiliza los sintetizadores para crear sonidos que bien podrían ser parte de una película de ciencia ficción, lo cual resulta bastante interesante de escuchar.



Aún faltan algunas canciones que aparecen en esta secuela de Pitch Perfect, las cuales acompañan a las protagonistas durante su campamento grupal para volverse a unir como grupo y descubrir esa canción para ganar en la competencia final.



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