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Pantera Negra (parte 4): Nuevo líder, ¿nuevo ritmo?

En el recorrido que hemos estado realizando del soundtrack y la banda sonora de la película Pantera Negra, se ha resaltado el género del rap y del hip-hop para acompañar las aventuras de T’Challa. Las hazañas de este héroe fueron acompañadas por canciones que recuerdan al peligro, la acción y la adrenalina que caracterizaron la película.


Ahora, en Pantera Negra: Wakanda por siempre, se marcó un ritmo un poquito diferente, más vinculado al sentimentalismo y a los conflictos personales que enfrentan los protagonistas de dicha secuela, así como al choque de culturas.


Es así como el soundtrack comienza con la aparición de Nyana Wam una composición de Ludwig Göransson que cuenta con la participación de Baaba Maal y Massamba Diop en los acompañamientos vocales. Esta canción forma parte de la banda sonora de la película, rescatando el sonido africano que se pudo escuchar en la película anterior.


Esta pieza musical se compone de tres partes: la primera un tanto alegre y movida, la segunda más lenta y solemne, y una tercera donde la instrumentación, acompañada de un coro de voces profundas, termina de crear un ambiente musical desolador y emotivo que va muy bien con todo lo que se observa en la primera escena de la película.



Para el soundtrack la película deja bastante claro que el hip-hop sigue siendo la base de su selección musical. Así, la primera canción que aparece, Anya Mmiri de Ckay y PinkPantheress, proporciona un hip-hop bastante tranquilo, un tanto melancólico, con una letra que habla de extrañar a alguien. Su ritmo también mezcla algunos instrumentos como el piano y la flauta que le dan un toque bastante peculiar a su melodía.



Después, Love&Loyalty (Believe) de DBN Gogo, Sino Msolo, Kamo Mphela, Young Stunna y Busiswa, recupera los ritmos africanos de la banda sonora, dándole a esta canción un toque tradicional que se mezcla a la perfección con los ritmos del hip-hop que poco a poco van apareciendo. Así mismo, esta canción combina dos idiomas, pues gran parte de la letra se canta en zulú, mientras que los coros y algunas expresiones está en inglés.



Haciendo una pausa de este hip-hop, y alejándose un poco de los grandes protagonistas de esta historia, aparece Can’t stop de Red Hot Chilli Peppers. Por supuesto, esta canción pertenece más al género del rock, por lo que contrasta entre el resto de la selección musical. Si bien en la película sólo se pueden escuchar unos segundos de esta canción, vale la pena escucharla completa, especialmente para disfrutar del solo de guitarra que aparece cerca del final.


Cambiando nuevamente de género y de idioma, tenemos La vida de Snow Tha Product y E-40, una canción mayoritariamente en español que combina un poco de hip-hop con instrumentos y ritmos mexicanos, los cuales destacan en el arpa.



Regresando al hip-hop y al rap, aparece Limoncello de OG DAYV y Future. Sin duda, esta canción brilla por recordar un poco a la selección musical de la película anterior, pues en su melodía hay mucha energía y adrenalina.



En la misma línea que la canción anterior, aparece They Want it, but no de Tobe Nwigwe y Fat Nwigwe. Aquí no sólo está presente la adrenalina, sino también partes que recuerdan a la banda sonora de la película. Esta unión de ritmos e instrumentos, hace que la canción sea bastante completa y logre llenar la escena en la que aparece de emoción y sensación de peligro.


Ahora, recordemos que en la película hay dos culturas de por medio y Árboles bajo el mar de Vivir Quintana y Mare Advertencia Lirika, se inclina por mostrar la cultura mexicana, especialmente la cultura maya, la cual es muy importante dentro de los orígenes del personaje de Namor.


Al igual que la canción anterior, Árboles bajo el mar recupera algunos elementos de la banda sonora compuesta por Ludwig Göransson, sólo que esta vez lo hace con aquellos ritmos relacionados con la cultura prehispánica. Debido a su letra e instrumentalización, la canción está relacionada con un lamento y también con un grito de lucha.


Lejos de este ritmo, pero no del idioma, aparece Con la brisa de Foudeqush y Ludwig Göransson, una hermosa canción que ofrece una melodía de gran calma y que logra recordar aquella escena en la que se muestra la ciudad de Talokan.



Hablando de Talokan, Namor y la cultura maya, hagamos una pausa del soundtrack para escuchar una de las canciones que componen la banda sonora. Namor compuesta por Ludwig Göransson, es una melodía que logra remitir a las culturas prehispánicas gracias al uso de palos de lluvia, algunos instrumentos de viento, y algunos coros. Estos elementos instrumentales le permitieron a Göransson construir un ambiente musical para el pueblo de Talokan y su líder, de tal manera que la canción también incluye algunos momentos de tensión que son creados con el apoyo de otros instrumentos de orquesta.



Retomando el inglés y el hip-hop, aparece Interlude de Stormzy. Esta canción remite al lado sentimental que tiene la película en su totalidad, funcionando como una pausa de la emoción y la belleza que se había escuchado anteriormente. La emotividad de la canción se encuentra principalmente en la instrumentalización de la canción, la cual se aleja bastante de otras canciones del género que aparecen dentro de la cinta.



Otra canción que recuerda a ese lado emotivo y que duele un poco escuchar, es Alone de Burna Boy. Su introducción a base de una guitarra acústica, la instrumentalización que recuerda mucho al ritmo africano que se puede escuchar en la banda sonora, y su letra que cuenta con una interpretación con mucho sentimiento, se combinan para crear una canción bastante agradable para el oído y que genera ese ambiente de nostalgia y dolor.



Volviendo un poco a los momentos de calma, Coming back for you de Fireboy DML, es una canción que recupera el hip-hop con toques de nostalgia. Con una instrumentalización muy suave al principio y un contraste de algo más movido después, esta canción es una buena elección para aparecer cerca del final de esta película.



Claro que en cuestión de la banda sonora, la última canción que se escucha es T’Challa de Ludwig Göransson, la cual aparece en la escena post créditos de la película. Una canción corta, pues no supera el minuto y medio de duración, pero que logra transmitir calma y solemnidad conforme avanza.



Para las canciones de los créditos, aparece primero Lift me up de Rihanna, canción nominada para el Oscar por mejor canción original, que sin duda le puso la piel chinita a más de uno cuando empezaron a aparecer los primeros créditos, pues después de todo lo que se vio dentro de la película, una canción que recupera cierta calma, logra mover algunas emociones.

Además, la letra habla sobre la necesidad de sentirse a salvo, de sentirse amados y de sentir que hay alguien que nos dará la fuerza necesaria para atravesar momentos difíciles.



Por si una canción de Rihanna no fuera suficiente, aparece Born again en la segunda parte de los créditos. Esta canción sigue este toque nostálgico y emotivo que ha marcado las últimas canciones y que se aleja nuevamente del rap y del hip-hop.



Por último, Laayli’ kuza’ano’one de Adn Maya Colectivo, Pat Boy, Yaalen K’uj y All Mayan Winik, mezclan los sonidos de la cultura maya con el hip-hop. Esta es una combinación bastante peculiar, pues si bien la instrumentación y la letra son completamente mayas, hay partes donde los sonidos típicos del hip-hop se hacen más presentes. Una propuesta bastante peculiar sin duda y que muestra un choque de culturas y épocas.


Es así como terminamos nuestro recorrido por el soundtrack y la banda sonora que componen las dos películas que se enfocan en el héroe Pantera Negra, quien sin duda, estuvo bien acompañado de la música.

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