Ray Charles Robinson, oriundo de Georgia y nacido el 23 de septiembre de 1930, fue un músico extraordinario; esto no solo por su gran talento sino porque además era ciego y también negro en una época tan difícil para la gente de color.
Sucede que Ray nació en Albany, pero se mudaron a Florida a una comunidad con bastantes carencias y donde vivía en comunión con un grupo de negros que conformaban toda la zona donde residían.
Cuando tenía 5 años, Ray comenzó a perder poco a poco la visión, y siendo que en la zona y gracias a las carencias de las que sufría la familia, no hubo un diagnóstico certero ni mucho menos un tratamiento adecuado para evitar el avance de la pérdida de la visión; según los oftalmólogos de la época, esto se debió a un glaucoma. Para cuando Ray tenía 7 años, ya había perdido completamente la visión, por lo que desde esa edad tuvo que aprender a vivir con eso y, sobre todo, a sobrevivir a las adversidades que esto representaba no solo por el hecho de ser ciego sino con el riesgo aumentado de vivir en un tiempo y una sociedad tan llena de odio.
Ray creció también bajo las costumbres y creencias cristianas/católicas, así que acompañaba a su mamá a las reuniones religiosas donde se tocaba el góspel. Esto fue muy importante, pues despertó en él un amor e interés por la música que nunca cesó. Ray empezó a amar la música desde entonces, pero, sobre todo, empezó a ver posibilidades de cambio en la misma. Lo primero que empezó a aprender fue piano, con un señor que se dedicaba al entretenimiento en una cantina, tocando principalmente swing y algunos principios básicos de jazz.
Tiempo después, alrededor de 1937, Ray tomó clases formales en la escuela para sordos y ciegos de Florida, donde aprendió a tocar el piano en forma, aunque lo principal que aprendió fue música clásica. Es curioso cómo en la comunidad negra siempre habían estado tan avanzados, puesto que ellos fueron los que siempre innovaban e implementaban nuevas cosas a la música que ya estaba, es decir, en la década de los 30’s, teníamos el apogeo de Louis Armstrong, comenzaba la big band, por supuesto que comenzó el origen del bebop y, sobre todo, se tenía la música como algo que todo el tiempo se movía, que evolucionaba con el pasar de cada año y que, de igual manera, eran siempre los negros quienes dominaban en la música, tanto teóricos como ejecutantes. Es decir que Charles empezó a mostrar interés por el swing, el estilo jazz-hot que tocaba Armstrong, ragtime, dixieland, y por supuesto, blues.
Gracias a su fuerte influencia religiosa y por el góspel, Charles empezó a tocarlo usando letras seculares, por lo que también fue pionero en el soul, género que mantendría como parte de su esencia durante toda su carrera profesional. Fue duramente criticado por este paso tan arriesgado para el tiempo, puesto que muchas personas eran fieles creyentes de las tradiciones cristianas, por lo que muchas veces se negaban a escuchar su música por el simple hecho de “modificar” música que solo debía ser para Dios. Esto no era nuevo, también le pasó a Thomas Dorsey quien igualmente fue de los pioneros en el género.
Durante la década de los 40’s, mientras estudiaba, Charles se dedicaba a buscar formas de seguir escuchando música, enfrentando siempre el desprecio de muchos, en especial blancos, que no lo veían sino como un estorbo y alguien indeseable por su color y por su condición.
Tuvo una muy fuerte inspiración por parte de Louis Jordan, esto se ve principalmente en el estilo de canto y en la forma musical, además del tipo de personalidad que observó que le gustaba a la gente y que, naturalmente, también tenía él; así que el carisma y la buena actitud también fue parte de su formación y éxito profesional y comercial.
A palabra del propio Charles, admitió que su influencia más fuerte fue Nat King Cole, esto porque fue, por supuesto, gracias a que fue de los predominantes en l
a era del swing y, sobre todo, por su importante aportación musical y cultural a la historia. Así que, de esta forma, Ray no solo popularizó el soul sino que más bien lo hizo evolucionar, lo cambió a algo que, de la misma manera en que se aviva la gente en las iglesias, lo hiciera en sus conciertos. Así fue como el soul, como lo conocemos, nació a finales de los 40’s y principios de los 50’s.
Logró su primer éxito comercial con Baby, Let Me Hold Your Hand en 1951, colocando el tema en el Top 10 de Estados Unidos. Experimentó el góspel a la inversa también, es decir, ponerles letras religiosas a canciones seculares, por lo que fue todavía más criticado por cierto público, pero amado por un mayor porcentaje de la población.
Sus primeros materiales, así como algunos sencillos, los sacó bajo el sello Swing Time y luego con Atlantic Records, para luego cambiarse a ABC Records donde tuvo muchísimo más control con su música y su persona; por lo que también es considerado uno de los primeros artistas en tener tal libertad en un sello discográfico.
Tuvo su primer matrimonio en 1951 con Eileen Williams con quien duró solo un año y se divorció en 1952, para después casarse con Howard Robinson en 1955 con quien estuvo hasta 1977. ¿Por qué es importante mencionar esto? Bueno, uno de los escándalos más sonados de Ray (incluso hasta la fecha) fue porque era mujeriego y, sobre todo, se decía que era ninfómano (aunque esto no fue cierto) porque andaba con muchísimas mujeres todo el tiempo.
Tuvo un total de doce hijos conocidos con diez parejas diferentes, aunque no se sabe si tuvo más y que nunca salieron a la luz o fueron reconocidos. Nuevamente ¿por qué hablar de esto? Pues resulta que, a la par del talento y el gran trabajo artístico, casi siempre viene el lado oscuro del artista y en el caso de Charles no solo fue el exceso de placeres en fiestas y conciertos sino su adicción a la heroína.
Esto no es algo raro, en los tiempos de segregación racial era muy común la adicción a esta droga, como igualmente le pasó a Miles Davis y a otros grandes artistas de la época. En el caso de Charles, le afectó durante diecisiete años consecutivos hasta que consiguió dejarla en una clínica de San Francisco. Esto no solo lo llevó a un sufrimiento enorme durante el tiempo de su adicción, haciéndolo neurótico, a veces esquivo, despilfarrando el dinero en alcohol, tabaco y más drogas, sino que involucró un total de tres arrestos por posesión de drogas en donde pasó el tercero con un año de libertad condicional.
Ray Charles también pasó una vida llena de excesos y, sobre todo, de consecuencias que fueron consumiendo su vida poco a poco, a la par de su éxito. Llevaba ya tiempo sufriendo de una dolencia hepática, que fue lo que por fin lo llevó a su muerte el 10 de junio de 2004 a los setentaitrés años.
Por supuesto, es uno de los personajes más importantes de la historia, no solo de la música sino de la humanidad, por su importante aportación cultural y, sobre todo, por la forma en que logró superar todas las adversidades que se le presentaron en la vida. Sus restos permanecen en Los Ángeles y ha sido homenajeado incontables veces, incluyendo su propia película biográfica protagonizada por Jamie Foxx. Así también, se han seguido sacando materiales inéditos de Ray, así como sesiones en vivo y presentaciones que hemos podido conocer hasta hoy.
Continuando, finalmente, con más de su música, podemos hablar algunas de sus canciones más representativas que tiene y que lo pueden englobar como artista; algunos ejemplos de los que podemos hablar son la clásica What’d I Say, Georgia On My Mind, Unchain My Heart, I Believe To My Soul y, finalmente, la más conocida del Brother Ray, Hit The Road Jack.
Algunos datos curiosos de Ray Charles son que fue amigo de Quincy Jones hasta el día de su muerte; también que su canción Georgia On My Mind fue originalmente compuesta para una chica llamada Georgia, pero finalmente fue elegida la canción por excelencia del estado de Georgia en 1979; también tuvo una colaboración con Billy Joel, quien confesó «…Pero pienso que Ray Charles fue más importante que Elvis Presley» (y realmente sí fue así); en la canción I Believe To My Soul él dobla todas las voces del coro a falta de las aclamadas The Raelettes; la revista Rolling Stone lo posiciona como el décimo mejor artista de todos los tiempos en un Top 100 y, finalmente, a él le gustaba que lo llamaran “Hermano Ray”, aunque la mayoría del tiempo se referían a Charles como “El Genio”.